jueves, 16 de febrero de 2012

Astillero-- De Quadritos-- Golpear al PRD-- ¿Declinar por EPN?-- Un personalísimo adiós-- Julio Hernández López

ENCUENTRO CON EMPRESARIOS. El precandidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, se reunió este miércoles con integrantes de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios en un hotel de la ciudad de México. En la imagen aparece flanqueado por el empresario Marcos Fastlicht y por Elías Fasja, presidente de la organizaciónFoto José Antonio López

La profesora Elba Esther no tuvo quien se inscribiera. Ni el amigo del alma, Jorge Castañeda, ni la peñanietista de izquierda, Rosario Robles, así que ayer, en un desenlace carente de emoción, el ambientalista Gabriel Quadri fue presentado como muy poco viable (por usar un eufemismo) candidato presidencial del sindicato partidista conocido como Panal.

Dadas las muchas leyendas electorales que se tejen en torno al negocio grupal de la maestra, era de esperarse alguna propuesta digna de la especulación y el sospechismo despertados. Pero las expectativas quedaron en un planteamiento que en dado caso podría preocupar al ecologismo verde pero no a la contienda de tercios fuertes que hoy libran el PRI, el PRD (ambos, con sus respectivos aliados) y el PAN.

El desencanto suscitado por la presentación de ayer no viene ni puede provenir de una forma de rechazo o menosprecio a su actividad profesional, pues se ha especializado en el estudio ambiental y bien podría ser que haya decidido aprovechar la plataforma electoral que le ofrece el gordillismo para darle más difusión a lo que piensa y propone. Él mismo se define en su blog, llamado Verde en serio (gabrielquadri.blogspot.com/) como ambientalista, economista, igeniero (sic) civil, liberal y badmintonista, aparte de escribir una columna en un diario de asuntos económicos y hacer comentarios en una estación de radio.

El igeniero Quadri, sin embargo, bien podría acabar sirviendo a propósitos políticos que de tan claros provocan nulo suspenso. No hay para él condiciones de competencia ni crecimiento que puedan sugerir que acabe colocándose en cercanía real respecto a Peña Nieto, López Obrador o Vázquez Mota. En cambio, hay todas las condiciones para que sea usado a favor del priísta que sigue siendo amigo de la profesora, a pesar del extraño episodio del presunto rompimiento sin sangre que tuvieron el PRI y el Panal.

Una línea de trabajo favorable al copete ahora pintado de verde se da en el combate a la candidatura de izquierda que a pesar de todos los artificios hechos por el PAN-gobierno federal sigue siendo la única opción que preocupa políticamente al cártel de Atlacomulco (la opción felipista-josefinista significa para el PRI mucho más que una preocupación, pero en términos militares, policiacos y judiciales). López Obrador tiene posibilidades de aumentar sus perspectivas electorales conforme se agudice el enfrentamiento entre PAN y PRI, pues estos partidos están chocando por el control de un poder pensado y dirigido a los mismos intereses pero con diversos operadores. Ni Enrique ni Josefina proponen cambios genuinos ni tienen mínimos aceptables de preocupación por los problemas populares: están peleando para ver quién se queda con el botín por seis años, pero nada más. En cambio, con sus múltiples errores y zigzagueos, el lopezobradorismo es la única postura diferente, sobre todo desde la óptica de quienes nada o muy poco tienen, y de una clase media que lentamente va girando la vista para separarse de los comerciales felipistas y reconocer que no es posible seguir con la barbarie diaria ni premiar el retorno de lo malo ya sabido.

En ese esquema, el gordillismo podrá desplegar una campaña presidencial que confronte a esa izquierda y que, en dado caso, acumule lo poco de capital electoral que le sea posible para negociar en su momento una declinación en favor de Peña Nieto que a nadie sorprendería. El declinante bien podría recibir la promesa de continuar con su especialidad profesional desde la secretaría del ramo a cambio de aportar a los mexiquenses el golpe efectista de una declinación anunciada.

Sin embargo, y en una contribución esforzada de esta columna para tratar de mantener el halo maquiavelista de la multimencionada profesora, ha de decirse que, en todo caso, y a falta de cartuchos de mayor calibre, Gordillo ha colocado una pieza desmontable que colocará en el mercado para ir viendo a cuál cliente le interesa más y en qué términos. Sí: lo natural es Peña Nieto. Pero, a última hora, en algún arreglo para supervivencias compartidas, y dado que la vida política se le anda haciendo de quadritos, podría girar los términos mercantiles y cerrar trato con el cliente de amores y desamores, Felipe Calderón, y su candidata desarmada, la misma Josefina a la que políticamente ya le tiene tomada la medida la profesora que esta vez no tuvo a nadie de mejor nivel para inscribir como candidato presidencial.

Astillas

A pesar de los muchos asuntos llamativos que diariamente surgen y se apagan en el proceso electoral, no debe ser desatendido el proyecto de orientación del voto que ha hecho la arquidiócesis de México, empujando a los fieles de la Iglesia católica a sufragar en favor de partidos o candidatos que respeten la vida desde su concepción. Es obvio que el calderonismo no hará nada, desde el poder público que detenta, para impedir ese activismo clerical, acicateado con la visita del promotor de campaña, Benedicto XVI…

La autora de las letras de este tecleador profundamente astillado, María López Soria, falleció ayer en Zapopan, Jalisco, en paz y en medio de mucho amor. Nacida en Torreón, Coahuila, 86 años atrás, y viuda de quien fue dirigente ferrocarrilero vallejista, Julio Hernández Tonche, hoy será velada en San Luis Potosí (lástima que no hay ánimos para la ironía: será en Funerales Hernández) y mañana al mediodía Ángeles, Julio Alejandro, Sol Ángel y un columnista adolorido le dirán allí el último adiós…

Y, mientras los dos precandidatos únicos y la candidata surgida de una contienda interna deben quedarse casi pasmados, en el largo paréntesis de intercampañas, sin saber exactamente qué pueden hacer y decir, ¡hasta mañana, en esta columna que se pregunta cuándo estallará y hasta dónde llegará el problema de la deuda acumulada en estados por gobernadores que han hipotecado sus haciendas futuras para lucirse ellos en el presente, con fines electorales locales y nacionales, entre corrupción desbocada y justificaciones que sublevan!

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