viernes, 17 de febrero de 2012

Confío en AMLO-- H. E. CAVAZOS ARÓZQUETA

Aristóteles, en el libro V, el De la justicia, de su obra Ética nicomaquea, estableció que “en un sentido llamamos justo a lo que protege la felicidad y sus elementos en la comunidad política”. Esto último se pudiese tomar perfectamente como símil junto con el nuevo discurso de Andrés Manuel López Obrador, el de la República Amorosa.

El actual discurso de AMLO es, a diferencia de los que hemos venido escuchando los mexicanos desde la primera mitad del siglo XX, genuino, innovador, inteligente y sustancioso. Por primera vez el mensaje de un político trasciende de los temas administrativos y demagógicos; ahora el discurso contiene, además de lo político, valores y virtudes.

Me parece digno a considerarse y admirarse que entre un clima de violencia y muerte, un aspirante a la Presidencia de la República, hable, como oxímoron de la trágica realidad, de amor y de paz, para brindar esperanza a los dolidos, a los amedrentados, a los aterrados, a los marginales.

El discurso de López Obrador es el único despojado de propuestas que ofrecen continuidad a una guerra que ha resultado sangrienta e irresponsable. Es el único que amenaza con darle fin a los privilegios que han permitido que se fortalezca la plutocracia a costa de cualquier indicio democrático, que alimentan a los poderes fácticos y a la oligarquía.

Del mismo modo, pareciera ser que sólo quien fuera Jefe de Gobierno del Distrito Federal del 2000 al 2006 es el único precandidato presidencial que entiende que este país, México, sólo en paz podrá crecer.

Andrés Manuel, diría Ollanta Humala, por otro lado, encarna una opción, si bien dotada de duda, quitada de prueba, como lo son el PRI y el PAN. El tabasqueño representa la alternancia partidista, pilar democrático de todas las sociedades libres. Por lo que considero que, tanto él como la izquierda mexicana, merecen su oportunidad.

Por otro lado, veo que el proyecto de AMLO pretende la descomposición de desigualdades, mediante lo ético y lo legal, entre la sociedad, para lograr conformar una de estas más feliz, equitativa y armoniosa. Y esto último le urge a la sociedad mexicana.

Tampoco podemos olvidar que el gabinete que propone el dirigente del Movimiento Regeneración Nacional y precandidato único a la Presidencia por la coalición Movimiento Progresista, es de primera; el probable gabinete debería ser razón suficiente para darle una oportunidad a la izquierda de gobernar al país.

Porque Andrés Manuel López Obrador y su movimiento significan para millones, para las mayorías, la esperanza. México necesita un cambio de fondo; mismo que ni el PRI ni el PAN ofrecen. El futuro del país está en manos de todos.

A crear conciencia.

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