Gerardo Fernández Noroña me contó en una entrevista para blogdeizquierda.com una anécdota sobre Josefina Vázquez Mota que descalifica por completo su estrategia mediática de alegar que simplemente por ser mujer debe la gente votar por ella.
Un grupo de trabajadoras de limpieza de la Cámara de Diputados, contratadas por outsourcing, ganando mil 300 pesos al mes, sin derechos laborales ni derecho a antigüedad, protestaron exigiendo una sola cosa: que les pagaran a tiempo sus quincenas. Esto porque se las retrasaban hasta por 10 días.
En respuesta, la Cámara de Diputados las despidió.
Noroña, indignado por el abuso que se había cometido contra las trabajadoras, toma unas oficinas de la comisión permanente del Congreso en protesta y exigiendo que se detenga el abuso contra las trabajadoras.
Josefina Vázquez Mota se indigna y se enoja. Pero no por el abuso que se cometió contra las trabajadoras, ¡sino porque Noroña había tomado la oficina en protesta!
¿Cuál defensa de las mujeres por parte de Josefina Vázquez Mota entonces? ¿De dónde saca el PAN que las mujeres tendrán mejor trato con Vázquez Mota si cuando tuvo la oportunidad para de verdad demostrar que podía defender a las mujeres no lo hizo?
Y no sólo Josefina no lo hizo; encima le recriminó a quien SÍ hizo algo para detener el abuso que se estaba cometiendo contra las trabajadoras.
No se equivoca Noroña al tachar de hipócrita a Josefina Vázquez Mota. Y tampoco se equivoca al decir que la derecha tiene dos caras: la cara masculina de Enrique Peña Nieto, y la femenina de Josefina Vázquez Mota. Los dos, Peña y Josefina, representan lo mismo.
Por eso mejor AMLO 2012.
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