Sin decir agua va, sin buscar consensos, sin establecer contactos previos con los diferentes partidos políticos, el presidente Felipe Calderón decidió de relevar de la FEPADE a José Luis Vargas y designar en su lugar a la Dra. Imelda Calvillo Téllez.
A menos de 150 días de que se celebren las elecciones esta decisión del presidente parece, en primer lugar, una manifestación del ánimo electorero en el que está sumergido desde hace más de medio año. Y lo mas grave, es que es un despropósito desde el punto de vista institucional que ya el senado incorpora a su agenda ese tema para discutirlo por las circunstancias en que se produce.
Esta designación, de tufillo pro panista, en caso de ser ratificada, dejará a la Dra. Imelda Calvillo en una posición cuestionada para el desempeño de su cargo.
El cambio, advertido por el líder del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, como la “criminalización de las elecciones”, se anuncia horas después de que José Luis Vargas, validara la victoria del priísta Fausto Vallejo en las elecciones para gobernador celebradas en Michoacán.
O sea que el cambio sirvió únicamente para complicar más el proceso electoral en marcha.
Josefina Vázquez Mota, inefable representante de los círculos contrarios a los movimientos feministas más importantes del país, en los precisos momentos en que Felipe Calderón, su “aliado” inconforme con su triunfo sobre Cordero, se lanza a capturar sin pruebas a ex gobernadores “ligados” con el narco, dijo en Tijuana que “era un orgullo que Ernesto Ruffo estuviera con ella.
Los exgobernadores panistas con más presunciones de tener nexos con los narcos son los bajacalifornianos Ruffo y Elorduy.
Y finalmente el día remata con otra perla del doble discurso del presidente en relación a la gravedad de la presencia del virus de la influenza en el país. No pasa nada, dicen Calderón y el economista Chertorivsky que hizo del seguro popular un negocio, y que ahora es el que cuida nuestra salud.
Hoy el analista financiero Carlos Mota, en su columna de Milenio, se declara con influenza. Dice que su doctor le informó que llegan con él de cuatro a cinco pacientes diarios con síntomas de ser portadores del virus N1H1.
La compañera Aurora Berdejo falleció apenas hace dos semanas víctima de la influenza.
Pero para Calderón ni la influenza es grave y le importa un comino si se pierden las formas con los cambios en la FEPADE.
Igual que para Chepina lo mismo le da por sentirse orgullosa de ser amiga de Ruffo que de tratar de darle atole con el dedo a Santiago Creel y su sobrina Gabriela Cuevas con sus “designaciones”, como a Ernesto Cordero al designarlo un oscuro asesor económico, cuando lo que éste quería era ser presidente de México.
Nada más.
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