En el portal del ITAM circula una encuesta que coloca al precandidato de la Coalición Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, con 51% de preferencias, a Josefina Vázquez Mota con 37% y a Peña Nieto con apenas 12%.
La pregunta a los encuestados fue: ¿Quién cree usted que sería el mejor Presidente?
Estamos hablando de un sector que cuenta no sólo con instrucción académica sino con la misma información que recibe el resto de la población a través de los medios de comunicación oficialistas.
En la situación en la que nos encontramos resulta difícil pensar que la gente crea nuevamente en los partidos que han contribuido al deterioro de la economía, de la seguridad, de la educación, de la salud y del bienestar del pueblo, porque estando en el poder no han hecho nada o muy poco por resolver los graves problemas que enfrenta México. La percepción general sobre el aumento de la corrupción y la impunidad hace apuntar la mirada hacia otra opción de gobierno y evitar con ello seguir por el mismo camino, con los desastrosos resultados que saltan a la vista.
Desde mi punto de vista, resulta más factible creer en el resultado de la encuesta del ITAM que en las que colocan a Peña Nieto en primer lugar.
Basta leer las mismas cifras oficiales para darnos cuenta de que no ha habido ninguna mejoría, por ejemplo, en la creación de empleo durante la presente y las pasadas administraciones. Lo del "presidente del empleo" fue una burla de mal gusto.
Miremos lo dicho por Ernesto O'Farril, presidente de Consultoría Bursamétrica: "Pese a la creación de 700 mil empleos formales durante el año pasado, existe un déficit de 200 MIL PLAZAS ANUALES en la economía formal para incorporar a los jóvenes que cada año necesitan trabajar. Si los 10 millones de personas que han emigrado a Estados Unidos para buscar empleo, se hubieran quedado en el país, la tasa de desempleo sería de 20 por ciento".
Las cifras oficiales señalan que se crearon un millón de empleos pero no informan que uno de cada tres de los empleos creados fueron en la llamada economía informal, es decir, trabajadores que no cuentan con protección social ni servicios de salud.
¿Por qué creer ahora que PRI y PAN sí van a preocupar por reactivar la economía interna a través de la generación de empleos dignos y seguros?
La gente cercana al ITAM, por muy derechista que sea, no deja de reconocer en su respuesta que los gobiernos que hemos padecido tanto del PRI como del PAN no han logrado generar los empleos que permitan a los mexicanos en edad de trabajar obtener un medio de sobrevivencia.
Los medios pueden propagar la idea de que todo va bien pero la gente que no tiene cómo mantener a su familia, huye del país o busca por cualquier medio la manera de obtener dinero, y esa situación genera el aumento de la delincuencia.
Por eso quienes tienen más de un dedo de frente saben que de llegar al poder personajes como Vázquez Mota y Peña Nieto terminarían con la última oportunidad que tenemos de sacar a flote al país y a la gente abandonada por el régimen caduco y corrupto.
Y así como el problema del desempleo, existen muchos que tenemos que resolver si queremos un mejor futuro.
Andrés Manuel López Obrador puede no ser un dechado de virtudes pero su honestidad y sus propuestas inteligentes están muy arriba de las promesa falsas de los precandidatos emanados del PRI y del PAN.
Además, su gestión como Jefe de Gobierno del D.F. es la mejor muestra de que sí es posible gobernar para TODOS y ejercer el presupuesto de una manera más eficaz y equitativa.
Vamos dándole nuestro voto de confianza, no sólo por él sino porque en este momento representa la única posibilidad de un cambio auténtico en la forma de hacer política..
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