Gerardo Gutiérrez Candiani contó a Denisse Maerker con optimismo, sobre el encuentro que sostuvieron miembros del Consejo Coordinador Empresarial con AMLO.
Esta le preguntó, intentando sacar hebra, que si el empresariado ya no temía tener un gobierno de izquierda como el que propone el líder social tabasqueño.
Respondió, sin hacer caso a la intención de Denise, nacida de una versión contraria sobre la reunión transmitida con anterioridad, que el sector había apreciado mucho el gesto de acercamiento del candidato y que trabajarán con cualquier gobierno, sea el que sea el escogido por los mexicanos, exponiendo y luchando por metas que a todos beneficien.
Los empresarios hicieron hincapié en lo suyo leyendo la cartilla a la coalición ciudadana progresista: “Si no se puede generar riqueza no se puede regar ésta y las reformas estructurales son prioridad para ello”.
AMLO ofreció la unidad, la reconciliación, y está de acuerdo, necesitamos crecer y generar riqueza.
Pero la reforma estructural así como la reforma fiscal, deberán ser justas.
El que no se incluya en la agenda progresista la privatización de las empresas estatales, no significa que se restringirá la inversión privada en los proyectos del Estado, al contrario, se requerirá de todo el apoyo de la iniciativa privada para recuperar la economía interna.
Se reabrió la interlocución. Se entendió que AMLO está con los empresarios. Se refrendó el respeto y se restableció puente de confianza.
Los empresarios están conscientes de que el sistema “ya se pudrió”, no cabe más que la renovación.
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