¿Podemos llegar a tener pronto una izquierda consecuente?
Antonio Gershenson
H
ay un cambio en el medio político de la izquierda. Eso incluye el relevo en la dirección del PRD. Vemos que vuelven a hacerse públicas posiciones en este partido en favor de la alianza con el PAN, con la derecha, ya se les olvidó qué es ser de izquierda. Y que no se vaya a dar una coalición con otra fuerza de izquierda, como la encabezada por López Obrador. Se les olvida que muchos panistas se oponen a unirse con la izquierda. Y muchos izquierdistas odian una alianza con la derecha. Se les olvida que con esas políticas el PRD ha perdido muchos votos y muy probablemente perderá más. Y a estos individuos, ambiciosos de los votos públicos, los van a seguir con la pérdida de votos de izquierda por haberlos traicionado.
En mi opinión, los partidos de izquierda deberían estar abriendo puertas para agruparse. Deberían entender que solos van a volver a perder. En 2008, los partidos de izquierda, organizaciones y hasta líderes no agrupados así, firmaron documentos conjuntos para defender al petróleo y al país. Me consta porque yo también participé en el proceso en el que se quería entregar petróleo, aunque no tanto como ahora, e incluso presenté una ponencia en el Legislativo, que analizaba el proyecto del gobierno del PAN, y planteaba una alternativa. Conservo documentos. Si esa acción unida de la izquierda fue posible en 2008, debería de serlo ahora. En algunos casos, son hasta las mismas personas.
Ya hemos visto que la batalla final por la Presidencia ha sido entre el PRI y el PAN, que son sólo dos caras de la misma política entreguista y favorable a los millonarios. En 2000, el gobierno de Ernesto Zedillo declaró que el PRI era impotente en el poder y el PAN ganó dos veces, para gobernar hasta 2012. Luego el PAN mostró su impotencia, y volvió a ganar el PRI, con el gobierno actual, que ya ha logrado una bajada sucesiva de votos, con una política aún más derechista que la que tuvo el PAN. El problema es que, continuando esa caída, regresa al poder otra vez el PAN. Lo único que puede evitar ese desastre sucesivo es la unificación de la izquierda, con una política que resuelva los problemas, y derrotando los fraudes electorales.
Para esto se requiere una izquierda consecuente.
En algunos municipios (me consta en uno) la izquierda ha gobernado en forma tal que volvieron a votar por ella, y en mayor proporción que la primera vez. Debemos criticar, y lo hemos hecho, los vicios de gobernantes de izquierda, pero también ha habido, como dije, un lado positivo. Se debe discutir cómo generalizar los aspectos positivos, y cómo liquidar los negativos. También son muy importantes los movimientos de reivindicación de derechos, condiciones de vida y de trabajo, y rechazo a la represión y otras formas contrarias a los afectados. Hay que apoyar a las organizaciones que los coordinan o dirigen. Los maestros, los trabajadores de la salud, los campesinos, los que defienden sus tierras o sus viviendas, etcétera, son casos importantes.
De todo esto, sería muy positivo que se fuera desarrollando un programa electoral que refleje las necesidades, problemas y posibles soluciones a los mismos.
Paralelamente, debe desarrollarse la organización de grupos y sectores, para la campaña electoral y para el proceso electoral.
Debemos tener presentes los problemas crecientes que ha creado la política reaccionaria del gobierno. Se han entregado, y en algunos casos destruido o semidestruido, áreas de Pemex y del sector eléctrico. Se ha reducido la producción, liquidado o entregado ramos enteros de la industria, traicionando con todo eso al país.
Se crearon las condiciones que dieron lugar a la explosión del 20 de abril en la planta Clorados III del complejo Pajaritos en Coatzacoalcos. El primer crimen de las autoridades fue entregarla a un multimillonario que sólo quería más dinero. Para ello, fue despidiendo a 2 mil trabajadores calificados, quedándose con 700 de mucho menor nivel técnico. También fue limitando las medidas de mantenimiento. Hay que agregar los riesgos de largo plazo, pues se dispersaron sustancias tóxicas a 10 kilómetros a la redonda. Esto agregará a unos 40 muertos del accidente una cantidad difícil de prever.
Se arrancan tramos de tierra a campesinos o a habitantes, para que las trasnacionales hagan sus negocios supuestamente para generar energía, más bien para generar dinero para las empresas y mordidas para los funcionarios. Supuestamente empezarán a generar durante o después de 2020, cuando el régimen ya habrá terminado.
Para cambiar todo esto, se requiere, como vimos, una izquierda consecuente.
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