Detuvieron, porque robaba combustibles en Tamaulipas, a un integrante de los chuchos (es decir, de la corriente Nueva Izquierda del PRD). Con el arresto fue posible terminar de demostrar que esa persona está ligada a los zetas, la poderosa mafia del narcotráfico que opera en el noreste de México.
Es importante recordar que los chuchos rompieron hace ya unos dos años con Andrés Manuel López Obrador y con el movimiento de resistencia civil. Desde entonces, la gente de Nueva Izquierda decidió establecer alianzas de todo tipo con el PRI, con el PAN y con el gobierno de Calderón.
Gracias a esas alianzas con priistas y panistas, los chuchos se hicieron, a la mala, de la presidencia nacional del PRD, a la que impidieron llegar, con fraude electoral, al perredista que López Obrador apoyaba, Alejandro Encinas.
La división en el PRD es un hecho inocultable. Este instituto político, en la práctica, no opera como un solo partido, sino como dos: el dominado por los chuchos que le hace el juego al PRI y al PAN, y el que se mantiene leal a AMLO, que en las elecciones de 2009 camina junto con Convergencia y el PT.
Lo anterior significa que un miembro de Nueva Izquierda (esto es, de los chuchos) no puede por ningún motivo ser alguien cercano a Andrés Manuel.
Pero detuvieron a uno de los chuchos en Tamaulipas, a un perredista de Nueva Izquierda ligado a los zetas (que contaba, por cierto, con la complicidad de elementos del Ejército Mexicano y de funcionarios del gobierno federal panista, un dato que no se ha destacado lo suficiente), y de inmediato el PRI y el PAN decidieron, con mentiras, relacionarlo con López Obrador, lo que es sin duda una calumnia.
En su columna de este miércoles, Jorge Fernández Menéndez dijo que "no deja de ser extraño que, pese a que pertenecía a la corriente Nueva Izquierda (habla del detenido en Tamaulipas), haya sido el ala lopezobradorista, la que ha dicho que su detención ‘es parte de una campaña política contra el propio López Obrador'. Se equivocan".
Respeto a Jorge y sin duda lo aprecio (hemos tenido una amistad de casi 20 años que, espero, no va a desaparecer por diferencias políticas), pero creo que él no ha analizado correctamente las cosas. Porque la detención del perredista integrante de los chuchos que va a ser procesado por cometer ilícitos como integrante de la banda de los zetas, de inmediato fue utilizada, por el grupo panista que hace guerra sucia por internet y por algunos periodistas sin escrúpulos, para tratar de ensuciar el prestigio de AMLO. Eso hicieron, por ejemplo, los editores de la columna política de Reforma que han asegurado, con ligereza, que el detenido se lleva de "piquete de ombligo" con AMLO y con Jesús Ortega. Seguramente ese zeta es muy amigo de Ortega (pertenecen a la misma corriente del PRD), pero está muy lejos de ser alguien cercano a López Obrador. Otro que usó la información para tratar de enlodar a AMLO es el caricaturista Calderón, de Reforma.
Bueno, pues, por cosas como estas es que muchos decimos, y lo vamos a seguir diciendo, que sobran los interesados en calumniar a López Obrador. Lo hacen simplemente porque les aterra la autoridad moral del principal dirigente de la izquierda mexicana.
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