jueves, 4 de junio de 2009

SI TENEMOS MEMORIA.

Por POLIMNIA ROMANA.
04 de Junio, 2009 - 00:00
Ayer escribió un comentario a mi columna quien firma como Realista Pesimista. En primer lugar le agradezco su tiempo, y en segundo lugar la decencia con la que expresó su percepción sobre la actitud del pueblo.

Dice que el pueblo no tiene memoria, que se conforma con comer una vez al día y ver telenovelas, que no le importa si el gobierno viola sus derechos mientras no lo maten.

A mí me parece que es un error pensar así porque un sector importante de la población ya ha tomado consciencia de la verdadera causa de sus problemas.

En 2006 el pueblo ejerció su derecho a votar y eligió de manera inteligente el cambio que le urge al país, pero fue defraudado por las instituciones en las que confió. Un grupo de delincuentes secuestró esas instituciones y avanza con total impunidad hacia el desastre, no sólo económico sino político y social.

Una cosa es que los operadores electorales, como Elba Esther Gordillo y Josefina Vázquez Mota, sigan metiendo las manos en las elecciones para hacer fraudes, y otra muy distinta es que la gente se deje vender como antes por un par de cubetas de pintura o dos costales de cemento.

No nos engañemos a nosotros mismos, las mañas de la derecha son las que imponen a seres indeseables en cargos públicos para servirse de ellos y seguir repartiéndose los bienes de la nación, no es la voluntad popular la que decide. Lo que pasa es que no la respetan, y para que eso ocurra hay sólo dos caminos:

El de las armas y el derramamiento de sangre, o el de la organización ciudadana y la unión de fuerzas.

A simple vista parece que todo sigue igual que antes, que la gente está dormida y se conforma con lo que sea. Pero no, la situación ha cambiado mucho. En todos los municipios, ricos y pobres, que me ha tocado recorrer al lado de Andrés Manuel López Obrador, se observa ese cambio de actitud. La gente no está conforme, está indignada y resuelta a tomar parte en el Movimiento. La gente entiende perfectamente que la vía pacífica es la única posible, y eso la entusiasma porque nadie quiere más dolor para los suyos. Aunque a muchos medios de comunicación les pese mencionar siquiera el crecimiento de la resistencia civil y su gran organización, eso no significa que no exista.

Las próximas elecciones serán, tal vez, el último agravio que la gente tolere, porque ahora está más organizada para cuidar y defender su voto. Un agravio más puede revivir la memoria del pueblo, que muchos creen dormida. ¡Comparte!

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