Imposible no recordarlo: Fue el pasado 19 de agosto, por la mañana, cuando el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, dijo a los reporteros que el Presupuesto 2011 que enviaría al Congreso contemplaba la posibilidad de bajar impuestos. Fue casi a la misma hora que Felipe Calderón advertía que si no le autorizaban más recursos para la guerra al narco tendría que aumentar gravámenes. Tres horas después, ya pública la posición del Presidente, los reporteros se reencontraron con Cordero, y él corrigió el discurso: “Sería irresponsable” bajar impuestos, dijo. ¿Qué pasó?, le preguntaron y hasta le pasaron su propia grabación. Pocas explicaciones. Desde entonces y hasta ayer, el secretario ha pasado de blanco a negro: ahora no sólo “es irresponsable”, sino un peligro para México bajar el IVA un punto porcentual (de 16 a 15%): “Podría llevarnos a otra crisis de origen interno, como las ocurridas en 1976, 1982 y 1986…”. En pocas palabras, estamos a un punto porcentual de IVA para hundirnos en una crisis. ¿Pues no que eso ya no sucedía en México? O bueno, ¿de qué se trata este enredo? Sencillo: a nadie le gusta subir impuestos, pero sí bajarlos, y más en tiempos electorales. Quienes quieren y pueden bajar el IVA son los del PRI. Por eso, ahora sí es un peligro para México (y para los adversarios del PAN) disminuir el gravamen. Pero usted no se preocupe, hombre: son los partidos políticos en tiempos electorales. Ya se sentarán a negociar, a intercambiar unas por otras.
Una de las afirmaciones más sorprendentes que quedarán de Cecilia Romero ahora que deja el Instituto Nacional de Migración, es que el turismo sexual, el tráfico de personas, el comercio de mujeres, las redes de pederastia, el plagio y la violencia contra miles de migrantes son males de la humanidad, y que México no podría erradicarlos. La otra frase que explica por qué, a pesar de tales afirmaciones, seguía al frente de esa oficina tan importante, es aquella en la que afirmó que sólo Dios y el Presidente podrían removerla de su cargo. Es público que Calderón es muy amigo de la ex comisionada; entonces, ¿de verdad Dios se tomaría la molestia de removerla de Migración?
De esas que duelen: El programa impreso para la ceremonia de imposición de la Orden Mexicana del Águila Azteca, que Presidencia de la República entregó a Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz 1992, y a Jean-Marie Gustave Le Clézio, premio Nobel de literatura 2008, llevaba un error literalmente de primaria: decía “Premio Novel”, así, con “v”, y en ambos casos.
Apunte final: Si los festejos eran para verse por televisión o por internet, como recomiendan desde los gobiernos locales hasta el federal, ¿para qué hacerlos tan ostentosos? ¿Para qué tantos bailarines, cuetes, luces, bailes, conciertos, “Gritos”, campanazos, desplazamientos, policías, soldados, cantantes, cenas a lo largo y ancho del país? Qué, ¿sólo para los cuates?
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