sábado, 15 de octubre de 2011

Las encuestas y el milagro que @M_Ebrard necesita para superar a AMLO-- FEDERICO ARREOLA

“Es López”. Así se titula la columna de este sábado de Jaime Sánchez Susarrey en el diario Reforma (El Norte, en Monterrey; Mural, en Guadalajara). http://www.reforma.com/editoriales/nacional/629/1257194/.

El columnista, por mamila, se niega a escribir los dos apellidos de Andrés Manuel: López Obrador. De ahí que simplemente le diga “López”. Como no somos iguales, no le diré “Sánchez”, sino “Sánchez Susarrey”.

Cito al colaborador del Grupo Reforma:

“No tiene vuelta de hoja. La tendencia es irreversible. Marcelo baja, AMLO sube. La encuesta Mitofsky (septiembre, 11) entre simpatizantes del PRD otorga 71 por ciento a López por 18 por ciento a Ebrard. El mes pasado (Mitofsky, agosto 11) la diferencia era menor: 64 por ciento contra 27 por ciento. Los puntos que pierde Ebrard (9), los gana AMLO (7). La proporción ahora es de 4 a 1. En agosto era de 2 a 1”.

¿Y qué dice la encuesta si no solo se pregunta a los perredistas? Cito de nuevo a Jaime Sánchez Susarrey:

“La diferencia es mucho menor, pero también favorece a López: 31 por ciento contra 27.8 por ciento”.

¿Y cómo les va a Andrés Manuel López Obrador y a Marcelo Ebrard Casaubón si se les enfrenta en la mencionada encuesta a Josegina Vázquez Mota y a Enrique Peña Nieto?

Según Sánchez Susarrey, “las intenciones de voto por López, 16.9 por ciento, superan el 14.7 por ciento de Marcelo, es decir, ‘el rayito de esperanza’ es más competitivo como candidato único de la izquierda”.

¿Y si la izquierda se dividiera, es decir, si AMLO fuera candidato del PT-Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) y Ebrard del PRD?

“En el escenario de una elección con dos candidatos de izquierda, López –postulado por Convergencia y PT– obtendría el 51.5 por ciento de votos perredistas contra 35.9 por ciento para Ebrard. La diferencia es abrumadora. Pero lo más grave es que, bajo ese escenario de una izquierda dividida, AMLO obtiene el 10.6 por ciento de los ciudadanos independientes contra el 4.9 por ciento de Marcelo. La diferencia es 2 a 1. Y si se considera a todos los ciudadanos (simpatizantes de cualquier partido e independientes), bajo el esquema de una izquierda dividida, los resultados son los siguientes: Peña Nieto 48.4 por ciento, Vázquez Mota 15.7 por ciento, AMLO 9.6 por ciento y Ebrard 6.4 por ciento”.

Bueno, Ebrard no gana ni siquiera con la alianza PAN-PRD, ya que el votante perredista no lo apoyaría en tal escenario, como dice el señor Susarrey.

El jefe de gobierno del Distrito Federal está jodido, pues. De poco le ha servido su ruidoso matrimonio con la hondureña Rosalinda Bueso.

Así que, concluye Jaime Sánchez Susarrey, Ebrard lo que necesita es “un milagro en sentido estricto” para poder, primero, imponerse a AMLO y, después, llegar a la Presidencia.

Tal vez por eso el esposo Marcelo Ebrard se fue a la Plaza Mariana a tomarse la foto con el cardenal Norberto Rivera, con la esperanza de que este algo sepa de milagros divinos; con Felipe Calderón, que pese a todo tiene presupuesto suficiente para dos o tres milagrillos políticos de última hora, y con Carlos Slim, que de milagros económicos se las sabe de todas, todas.

Se va a frustrar Ebrard.

Para empezar, porque el cardenal Rivera depende, para hacer milagros, de lo que diga dios, y dios, si existe, no debe tener en el mejor concepto a un pecador mayor como don Norberto.

Calderón tendría que ser muy tonto, y no lo es (es otra cosa), para apostar su resto, que ya no es mucho, a alguien que perderá de todas, todas en el 2012.

Y Slim es exitoso realizando milagros económicos porque conoce el secreto para milagrear sin fallar: apostar solo a proyectos viables, y don Marcelo no lo es.

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