Que al despedirse de Javier Sicilia, y a pesar de lo ríspido que resultó por momentos el encuentro en el Castillo de Chapultepec, el presidente Calderón invitó a comer al escritor en fecha próxima.
Sicilia aceptó.
Y al despedirse del secretario de Gobernación, Francisco Blake, Sicilia le dijo: “Ya no te enojes, mano”. A lo que Blake respondió: “Alguien tiene que ser el malo de la película. Y no soy tan malo”.
Que a quien le esperan días difíciles es al senador del PRI y precandidato a la Presidencia de la República, Manlio Fabio Beltrones.
Al menos esa es la versión que se ha dejado correr. Según esto, la próxima semana, o a más tardar la que sigue, Beltrones será objeto de una muy ruda campaña de desprestigio.
Fuego amigo, a todo lo que da. Lo bueno es que los priistas aseguran estar “muy unidos”.
Que en el palco presidencial no sólo hubo alivio, sino rostros de satisfacción tras la calurosa bienvenida que le dispensaron al presidente Felipe Calderón los 50 mil espectadores que abarrotaron al estadio Omnilife.
Antes de declarar formalmente inaugurados los Juegos Panamericanos, el Presidente fue nombrado primero en el discurso del gobernador de Jalisco, Emilio González, y luego por Mario Vázquez Raña, dirigente de la Organización Deportiva Panamericana. En ambos casos la mención de su nombre fue seguida de una enorme ovación.
Pero cuando Calderón apareció en la pantalla gigante del estadio para hacer la declaratoria oficial, los aplausos alcanzaron el mismo nivel que los destinados al futbolista Rafael Márquez y al ex jugador y símbolo de las Chivas rayadas Chava Reyes.
Medalla de oro, plata y bronce.
Que más de uno se llevó una gran sorpresa durante la firma del contrato ley de la industria azucarera al ver ahí al, todavía, jefe delegacional Carlos Orvañanos, a quien el secretario del Trabajo, Javier Lozano, no dejaba de llamar “el próximo jefe de Gobierno del DF”.
Lo curioso fue que el sindicato azucarero asegura que no invitó a Orvañanos, y la comitiva de Lozano afirmó que no iba con ellos.
Pero con eso de que Orvañanos ya anunció que va por el puesto de Marcelo Ebrard, pues como que no necesita que lo inviten.
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