Según datos enviados por Pemex a la Secretaría de Hacienda, en 2011 la paraestatal registró pérdidas por 39 MIL 518 MILLONES DE PESOS, a pesar de los elevados ingresos derivados las exportaciones de crudo.
El año pasado la petrolera mexicana recibió 49 MIL 322 MILLONES DE DÓLARES sólo por exportaciones de crudo, pero su balance financiero indica que pagó al fisco 984 MIL 413 MILLONES DE PESOS en impuestos, derechos y aprovechamientos. En su reporte financiero al tercer trimestre del año pasado, el pago de impuestos se incrementó en 30.6 POR CIENTO.
Estos datos los obtuve de una pequeña nota de Víctor Cardoso en el diario La Jornada, no vayan a pensar que los escuché en la tele o en un discurso de los precandidatos del PRI y del PAN, que por ningún motivo tocan temas tan molestos como el desmantelamiento de Pemex o el abandono del campo y de la industria nacional. Son perversos pero no tontos.
De confirmarse los resultados preliminares, dice Víctor Cardoso, 2011 será el tercer año consecutivo en que Pemex registra PÉRDIDAS ECONÓMICAS, luego de la reforma energética de 2008, aprobada por el PRI y por el PAN en el Congreso.
En pocas palabras, nuestra industria petrolera es un barril sin fondo gracias a los gobiernos prianistas. Lo que le entra por la venta de crudo le sale por el boquete de los impuestos, sin mencionar la terrible corrupción solapada por el régimen neoliberal que tanto defiende la derecha.
¿No se ha dado cuenta, querido lector, que cada vez que Andrés Manuel López Obrador expone su propuesta de fortalecer a Pemex y evitar a toda costa su privatización, baja en las encuestas y recibe toda clase de descalificaciones?
Fíjese y verá que así sucede.
Lo que plantea López Obrador en el Proyecto Alternativo de Nación que impulsa, es precisamente lo contrario de lo que ha hecho el régimen neoliberal, llámese PRI o PAN pal caso es lo mismo.
La impresionante carga tributaria de Pemex es lo que permite al gobierno cubrir el gasto corriente, y aún así los aspirantes de la derecha pretenden entregar a empresas extranjeras la renta petrolera. Pero no para ahí, siguen con su propósito de no invertir en refinerías, ciencia y tecnología para industrializar aquí el hidrocarburo y dejar de comprar gasolinas y gas en el extranjero. Los mejores ingenieros y especialistas de Pemex poco a poco han sido liquidados para justificar la privatización.
La realidad es que no sólo Pemex sino todo se vuelve un barril sin fondo que impide el desarrollo de México como nación libre y soberana.
Vamos poniéndole un hasta aquí antes de que sea demasiado tarde.
Apoyemos el cambio verdadero el próximo 1o de julio.
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