Aunque no nos interese porque uno dirá ¿en qué nos afecta un conflicto local como el de Irán contra Israel y sus aliados, a los mexicanos?
Antes de responder esta pregunta, debemos saber algo sobre el manejo del petróleo: Que Estados Unidos no firma “acuerdos” que no le sean favorables. O sea, que el que acaban de firmar Calderón y Clinton que según Calderón terminará con el “efecto popote”, es decir, que los estadounidenses ya no succionen nuestro oro negro de un manto que traspasa la línea territorial en el golfo, debe ser publicado y escudriñado. El ex secretario de energía, ex presidente del PAN no es de confiar en materia energética, lo ha comprobado.
Continúo. La amenaza de Irán de cortar el petróleo a varios países europeos durante el fin de semana comenzando con Gran Bretaña y Francia, países a quienes no afecta esta acción realmente ya que es mínimo el suministro actual que obtienen del crudo iraní, a nosotros sí debía asustarnos.
El sólo atrevimiento de Irán, afecta a la alza el precio del crudo donde quiera que este se produzca.
Cualquiera diría, eso es una muy buena noticia para México, ya que dado el enfrentamiento o conflicto mencionado en el primer párrafo, el barril de petróleo mexicano está a 110 dólares.
Pero no, esto no es una buena noticia, sino más bien una realidad económica nada alentadora para los mexicanos si continuamos por el mismo camino.
Porque México exporta su crudo, para comprar en el extranjero la gasolina. Los números no cuadran.
Imaginen ustedes el panorama, la repercusión en nuestra economía actual y futura el descontrol o desmedido aumento de la gasolina.
¡Y nosotros sin poder producirla porque no hemos construido refinerías!
Algunos financieros que conozco se pasan de listos y arguyen que construir refinerías sería más costoso que comprar la gasolina al extranjero, dado el nivel de corrupción que existe en la empresa y la falta de tecnología y recurso humano apto para su auto detonación.
Esta es la típica mentira neoliberal de la derecha reaccionaria. Se entiende, ellos no van por la sanación de la vida pública ni por el bienestar de la población, prefieren quedar bien con la “globalización”.
Si todos leyéramos el “Nuevo Proyecto de Nación” editado por Grijalbo y escrito en conjunto por hombres y mujeres de gran conocimiento y responsabilidad, avalado por el partido progresista en pos del renacimiento de México, de la página 235 a la 264 de manera muy sencilla, se nos explica cómo nuestro valioso sector energético puede ser una real palanca de desarrollo nacional, construyendo refinerías propias para producir nuestra gasolina.
Y no, como pretenden seguir tratando y han tratado a PEMEX los políticos del PRIAN, como un arca de rapiña sexenal y de negociación transnacional prostituida, que de seguir en el poder estos antipatriotas personificados en las boletas electorales por Peñanieto y Vázquezmota, quienes ya han asegurado “abriremos el sector a la inversión local y extranjera”, continuaría la ordeña a costa del pueblo, seguiríamos adquiriendo gasolina a precios que pronto serán insostenibles, así mismo el precio de vivir.
Por eso yo jamás votaría por el PRI o el PAN
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