Esta mañana tendrá lugar el primer encuentro público de la temporada entre las dos figuras históricas del PRD, los dos únicos candidatos presidenciales que ha tenido el partido: Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador. Un encuentro que ninguno de los dos quiso concretar en 2006. Sigo creyendo que de haberse dado, el tabasqueño sería hoy presidente y no candidato.
Cuauhtémoc aclara que es una reunión para que el grupo “Un México para todos”, al que pertenece, le presente a López Obrador una serie de ideas que “pudieran contribuir al programa de la campaña y contribuir al programa del movimiento progresista”.
Simbólicamente, el acto será mucho más. Es un pendiente arrastrado desde hace seis años. Es la aceptación de que no hay unidad completa sin Cuauhtémoc Cárdenas. No en vano atestiguarán Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera y los presidentes de los tres partidos del frente de izquierdas.
—¿Cuándo viste a Andrés Manuel?
—A principio de año —responde
Cuauhtémoc.
—¿Ahora hay un trato cordial?
—Siempre ha sido cordial nuestro encuentro.
Es un Cuauhtémoc relajado el que aclara que “Un México para todos” no invitará a Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota, “porque con ellos no tenemos nada que hacer”.
—¿Vas a ser candidato al Senado?
—Definitivamente, no. Yo no voy a participar electoralmente. No tengo intenciones de participar. Creo que soy más útil manteniéndome independiente de un cargo público.
Es un Cuauhtémoc muy distinto al que nunca terminó de encontrar discurso en la campaña de 2006. Hoy parece, de nueva cuenta, un hombre en su lugar.
Buenas noticias para la izquierda.
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