Ha comenzado a circular en la red un video llamado “Niños incómodos exigen a candidatos” (aquí el video: http://www.youtube.com/watch?v=rcIDQNRBqaI ). En el video se observan situaciones que lamentablemente se han convertido en parte de nuestra vida cotidiana, y estas son representadas por niños. Digo lamentablemente, porque es una pena que ya no nos sorprenda escuchar que han decapitado a tal, que dejaron no sé cuántos cuerpos por ahí, que escuchemos eso más como un dato que como un hecho espantoso y cruel. Pareciera que hemos perdido la capacidad de asombro, y el sentimiento de dolor por lo que ocurre.
Regresando al video, el mensaje va para nuestros políticos como si ellos tuvieran el cien por ciento de la culpa y las desgracias que ocurren. Pero es muy superficial hacer una crítica de esa manera sin reflexionar en qué parte de ese pastel de desgracia, impunidad y zozobra nos toca a cada quien, como actores políticos, como ciudadanos, como medios de comunicación, y como niños también. Porque la sociedad funciona como un cuerpo o conjunto de partes en la que cada una desempeña su función para integrar un todo, si una parte no hace su trabajo bien se desequilibra el funcionamiento, la teoría del funcionalismo de Durkheim.
Claro que el mensaje genera más atracción porque lo dicen unos niños, aunque obviamente la niña aparece al último se aprendió el diálogo. Pero vamos, cuántas personas no exigimos eso a diario pero sin videos con altas producciones. Los políticos saben bien lo que están haciendo, no por ver el video van a dejar todo, van a comenzar a flagelarse por lo q han hecho y decir: ¡Cierto, voy a trabajar por mi país! No seamos ingenuos, el mensaje debería ir más hacia los niños también, porque ellos son el futuro del país. Cada generación tiene dos alternativas: Seguir comportándose como de quienes se queja, o intentar cambiar SU PERSONA evitando comportarse como tal.
Sabemos que los políticos de hoy, los que están en el poder actualmente ya no van a cambiar. Debemos de partir de esa idea. Difícilmente eso ocurrirá, lo que sí es más factible es que nosotros como jóvenes que aún no cumplimos los 18 años, podemos cambiar nuestra actitud. Mi primera columna en este espacio fue precisamente una crítica hacia los jóvenes que se quejan de los políticos pero se comportan como tales. (Para quien esté intersado: http://www.sdpnoticias.com/columna/7918/La_politica_y_los_jovenes_Incongruencia )
Hace muchos meses que no copio una tarea, hace muchos meses que no pido que me dejen entregar un trabajo a destiempo, hace muchos meses que tampoco paso una tarea, hace muchos meses que deje a un lado el discurso del “solo nosotros podemos cambiar, si cambias tú se pude cambiar al país” y lo comencé a aplicarlo, muchas personas se olvidan de esto último. Si cada persona se comprometiera a realmente cambiar esto sería distinto. Si quienes manejan se comprometieran a no pasarse un alto, a si son infraccionados pagar la multa y no la mordida cuando saben que merecen esa multa; o quienes vamos a la escuela a no pasar tareas, a no pedirlas, eso sí sería un cambio. Porque como lo he dicho y muchos también, la clase política no viene de algún otro mundo, o de algún otro país, se forma en nuestra sociedad y se comporta como se comportó antes en su infancia.
De acuerdo con nuestra realidad, se puede predecir que más de uno de los niños que aparecen en el video cuando sean adultos formaran parte de lo que se quejaron ahí.
Y esto parece igual de utópico que el video, pero espero que la organización “nuestro México del futuro” haga un video de esos niños también, pero exigiéndose y exigiendo a cada ciudadano a hacer su parte que le corresponde. Que cada persona merezca y asuma las consecuencias de sus actos, nunca por encima ni nunca por debajo.
Sus críticas son bienvenidas.
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