Me entero por el diario Reforma de los distintos gastos en los que ha incurrido el abanderado tricolor, Enrique Peña Nieto, en aviones privados, a 18 días de haber iniciado las campañas.
Citando al diario previamente mencionado, el ex mandatario mexiquense “ha viajado a 11 destinos con tres horas diarias de vuelo, en promedio”. Para los cuales ha utilizado, “para viajes largos, […] un jet Bombardier Challenger, matrícula ‘XA-OHS’, y otro Dassault Falcon 50, matrícula ‘XA-PRR’. Los costos estimados de arrendamiento de esas aeronaves son de 3 mil 500 dólares la hora”.
Asimismo, añade el periódico de Junco de la Vega, para “trayectos cortos o para acudir a reuniones en la Ciudad de México, el abanderado presidencial tricolor utiliza cuatro diferentes helicópteros, entre ellos un Agusta matrícula "XA-UPD". Los costos estimados de arrendamiento por hora de vuelo son de 3 mil 800 dólares”.
Por último, añade el medio multicitado, “utiliza aviones Boeing 737 para el equipo de avanzada que organiza los mítines, entre los cuales están las aeronaves con matrículas "XA-UMQ" y "XA-UHZ"; el primero fue utilizado para el acto de arranque de campaña en Guadalajara y el otro fue empleado la semana pasada para trasladar a decenas de colaboradores a Oaxaca. El costo estimado en esos aviones es de 10 mil dólares por hora”.
Dicho esto, infiero que el aspirante a la Presidencia de la República postulado por el Revolucionario Institucional, ha gastado en aviones privados, en promedio, tomando en cuenta los 11 destinos a los que ha viajado, más la media de 12, 750 dólares por las tres horas diarias de vuelo, alrededor de 140, 250 dólares; es decir, 1, 845, 206.138 pesos.
Y si tomásemos en cuenta que van 11 destinos con tres horas diarias de vuelo, como asegura Reforma, lo que ha viajado Peña Nieto en sólo 18 días de campaña, ¿cuántos vuelos más realizará en un poco más de 70 días antes de la elección? ¿50? Por lo menos. Suma que daría un estimado de 11 millones. Que serían 66 destinos. Más, menos. Ida y vuelta para cada estado a grabar un ‘spot’, más viajes esporádicos que deba hacer el candidato.
Esto no indica que el priista esté cerca de exceder el monto establecido por el IFE para los gastos de campaña, que es de 336 millones, 112, 084 pesos. No. En aviones privados no rebasará el tope previamente mencionado. Pero sí indigna que derroche en vuelos, en lujos, en frivolidades, mientras que en la entidad que gobernó la gente se sigue muriendo de hambre. He ahí el detalle. La insensibilidad humana de ciertos políticos es atroz.
No obstante, los gastos arriba expuestos son solamente de transporte. Imaginen lo que el PRI ha gastado en espectaculares, publicidad, producción de ‘spots’, viáticos de equipos, y un largo etcétera. ¿Se acabará excediendo? Yo creo que sí; ¿perderá el registro Peña Nieto? Estoy convencido que no. Así es esto.
Y no sólo eso. En todo el país aumenta la pobreza, la marginación. El dolor provocado por la muerte y la violencia se esparce a lo largo y ancho de la República. Y ciertos personajes que aspiran a gobernarnos sobrevuelan al país que sufre disfrutando de privilegios inimaginables.
A crear conciencia.
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