Huele a azufre
El hoy ex presidente Felipe Calderón fue cuestionado duramente (entre otras cuestiones) por haber hecho un gobierno “de cuates” y privilegiar la amistad personal antes que los méritos académicos o intelectuales de aquellos que, sin duda, estaban mejor preparados para desempeñar el cargo. El caso de la SEP, es sólo un botón de muestra.
Enrique Peña Nieto, sin embargo, no tuvo falsos pudores a la hora de presentar al nuevo gabinete que le acompañará en su mandato siempre y cuando no exista ninguna manifestación ciudadana de inconformidad, porque parece ser que la tónica del sexenio ya fue demostrada en el contexto del problema que sus mismos operadores crearon con el cerco de San Lázaro.
Es una reacción interesante la de algunos medios de comunicación en México. Mientras Milenioreproduce una declaración[i] de Ramón Sosa Montes que afirma que es bueno que Enrique Peña Nieto no haya incluido la presencia de “dinosaurios” priistas en su gabinete, Proceso afirma que se percibe un tufo a Salinas[ii], en el gabinete de Peña.
Y es cierto. Huele a azufre no solamente por la presencia tácita del infame hombre que quiso ser rey[iii], sino porque usted puede fácilmente identificar, estimado lector, de cuál círculo del infierno procede cada uno de ellos.
No es difícil, mire usted. Sin mucho esfuerzo, los mexicanos podemos identificar en el nuevo gabinete de gobierno, algunos traidores, apóstatas, lujuriosos (as), perezosos, avaros, iracundos, fraudulentos y demás. Sin embargo, todos ellos tienen en común la Omertá y el Salinato, de una u otra forma.
Es un gabinete Dantesco, sin duda.
¿Usted qué opina, estimado lector?
No hay comentarios:
Publicar un comentario