Navidad en el Financial Times: Dilma sustituida por Peña Nieto… ¿y AMLO?
En la sección Beyondbrics del Financial Times han publicado un cuento navideño, o algo por el estilo, que a mi amigo @Beam le ha parecido muy mamón. Y, sin duda, lo es.
Se trata de una especie de alegoría navideño-económica, que busca ser ingeniosa, en la que a los líderes de las principales economías emergentes se les relaciona con personajes famosos de la Navidad.
Los interesados en leer esa fábula, que para colmo de la cursilería está escrita en verso, deberán ir al FT.
Lo relevante para los mexicanos, es decir, lo único que me interesa comentar es que “Roussolph (Dilma Rousseff), la reno brasileña, ha sido eliminada del portafolio del Santo Capital”.
¿Quién la ha sustituido?
El propio Santo Capital lo dice: “De acuerdo, escuchen. Este año el equipo del trineo será el mismo, excepto que el representante de América latina será Peña Nieto, de México, quien tomará el lugar de Roussolph”.
No es la primera vez que en ese medio de comunicación especializado en finanzas, como en otros de los que son verdaderamente consultados por los grandes capitalistas globales, se dice que gracias a la llegada al poder del “pulcro Peña Nieto” (así lo llaman en el diario británico) México ha desplazado a Brasil como la economía más importante de por acá.
Si no se la creen Peña Nieto y sus economistas, sobre todo el principal de ellos, Luis Videgaray, es decir, si actúan responsablemente no solo en las finanzas, sino también en la política (en la que deberán escuchar a la oposición, especialmente a la de izquierda representada por Andrés Manuel López Obrador), no hay duda de que a México le va a ir muy bien en estos próximos seis años.
¿Tan importante considero a López Obrador? Es lo que pienso de su movimiento. No solo porque en 2006 ganó las elecciones presidenciales (Felipe Calderón gobernó debido a un gran fraude) y porque en 2012 quedó muy cerca de Peña Nieto, sino también porque su liderazgo es el único en la izquierda mexicana que puede evitar que los radicales (los que protestaron violentamente el primero de diciembre, el EZLN, etcétera) impongan sus puntos de vista poco democráticos.
Peña Nieto y sus asesores políticos, como Miguel Ángel Osorio Chong, se equivocan si piensan que los chuchos del PRD representan a la izquierda.
Si en la izquierda institucional y democrática solo existieran Jesús Zambrano y Jesús Ortega, los movimientos insurgentes serían el pan de cada día.
Porque a los chuchos, hay que decirlo con toda claridad, nadie los respeta entre los verdaderos izquierdistas.
El único líder en la izquierda que merece ese título es Andrés Manuel, que mucho ha hecho para que la izquierda se mantenga en la ruta pacífica de las elecciones.
Un radical venido a menos como el zapatista Marcos ha intentado restarle fuerza a AMLO para convencer a la izquierda de que la salida no está en las urnas, sino en la violencia.
Por fortuna, es tanta la autoridad moral de López Obrador que cuando Marcos lo combate el que pierde, invariablemente, es el encapuchado.
No es difícil entenderlo. Entonces, me pregunto, por qué el gobierno insiste en pactar con la izquierda irrelevante.
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