El megagasolinazo que viene
Otra opción: renegociar el Fobaproa
El año de Hidalgo del delegado en Tlalpan
Enrique Galván Ochoa
Una de las opciones que está considerando muy seriamente la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para tapar el boquete de casi ¡medio billón de pesos! del presupuesto 2009, y será mayor en 2010, es propinar a los consumidores un megagasolinazo. Tiene la ventaja (¿?) de que no necesita ser autorizado por el Congreso, su ejecución es inmediata y permite recaudar fondos también en forma inmediata. La desventaja es que produce inflación, cierre de empresas y pérdida de empleos –eso ya lo vimos a lo largo de los recientes 38 gasolinazos mensuales, que luego se convirtieron en semanales–. Fueron suspendidos temporalmente al acercase las elecciones; querían congraciarse con la gente, pero aun así la derrota del licenciado FChamoy y su desmadejado partido fue catastrófica. La justificación de los gasolinazos era que el precio del combustible de Petróleos Mexicanos (Pemex) estaba subsidiado, fueron los meses en que se disparó en Estados Unidos a cuatro dólares el galón y comparativamente en México resultaba menos cara. Al gobierno mexicano le entraron las prisas por igualarlo a su costo internacional, pero no así los salarios, que son enormemente más bajos. De entonces a la fecha ha bajado en el país vecino, al resbalar la cotización del petróleo crudo, y hoy día el galón cuesta en promedio 2.50 dólares. Me refiero al promedio porque, a diferencia de México, no tiene precio único: en Hawai es más cara que en California. A cuatro dólares había un diferencial importante, sin embargo, ese diferencial ya no existe. Hoy el litro de Magna cuesta 7.72 pesos y su equivalente en Estados Unidos, a 8.92 pesos, calculando el dólar a 13.50 pesos. Eso si lo comparamos con el promedio, pero en Carolina del Sur, por ejemplo, ya es más barata que la de Pemex. Así que un megagasolinazo haría que el consumidor mexicano pagara más caro el combustible que los consumidores estadunidenses. El problema tiene un lado político, y es el compromiso del licenciado FChamoy de mantener congelado el precio hasta diciembre. El megagasolinazo significaría el suicidio del panismo y la pérdida de cualquier posibilidad de conservar la Presidencia en 2012, al menos por la vía electoral.
Otras opciones
¿Y qué no hay otras salidas además de castigar a los consumidores con la gasolina, o con el igualmente repudiado impuesto a los alimentos y los medicamentos? Claro que sí. La semana anterior comentaba que el Partido Demócrata está considerando crear un nuevo gravamen, pero a cargo de los ricos, no de los pobres. ¿Por qué no en México? Otra opción es renegociar el Fobaproa. Llegó el momento que desde hace años fue avistado por el autor de estas líneas: la carga llevaría a la quiebra a las finanzas del Estado, y cuando la situación se volviera compleja, como esta recesión, sería imposible seguir sacando dinero del presupuesto. Uno de los motivos por los que el gobierno va a castigarnos con un megagasolinazo o gravando con IVA fármacos y alimentos, es para tener recursos para seguir alimentando al Fobaproa. Tiene que sustraer alrededor de 40 mil millones de pesos cada año, ya ha sacado casi 500 mil millones y todavía debe 800 mil. ¿No es ya suficiente? Habría que buscar el modo de que sean los bancos, que han ganado dinero a manos llenas, quienes se hagan cargo de esa deuda, Como ven, sí hay salidas.
Supercontrato
No sean mal pensados, el contrato se adjudicó por licitación. Aseguradora Interacciones ganó el seguro de daños por 650 millones de dólares de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). La compañía es la del hijo del nunca olvidado profesor de Atlacomulco, y gurú priísta, Carlos Hank González, y el director de la CFE, como saben, es Alfredo Elías Ayub. Tiene tres sexenios calentando la chambita, sabe servir igualmente bien a panistas que a priístas. Ya vuelven los tricolores y es buen momento para refrescar añejas relaciones.
e@Vox Populi
Asunto: el año de Hidalgo del delegado
Los firmantes, vecinos de la delegación Tlalpan, nos oponemos tajantemente al uso privado que se le va a dar a la sala de usos múltiples del deportivo Sánchez Taboada, la cual ha funcionado como tal desde hace 20 años y ahora ha sido convertida en un gimnasio privado. Pretenden cobrar una cuota de 295 pesos mensuales. Nos preguntamos: ¿a quién se ha dado la concesión de un espacio perteneciente a la comunidad tlalpense, al cual no tendrá acceso la mayoría de la población de nuestras colonias? ¿Qué intereses apoyaron la candidatura para jefe delegacional del candidato perredista ganador, Higinio Chávez, con quien está relacionado Ángel Velasco, responsable de la instalación del mencionado gimnasio? ¿O el cambio que quieren hacer tal vez es parte de la rapiña de lo que se denomina año de Hidalgo, en favor del jefe delegacional saliente, Guillermo Sánchez Torres? La privatización de los servicios públicos parece que no es exclusiva de las guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social; el neoliberalismo y la corrupción también los tenemos en el Distrito Federal. Otra razón por la que el Partido de la Revolución Democrática seguirá perdiendo preferencias electorales.
Por la Convención Nacional Democrática del Ajusco Medio y vecinos de Tlalpan: Héctor Adán Álvarez Valencia, Armando Rendón Corona, Ricardo Jiménez Torres, Ramón Llamas Pineda, Aurelio Sandoval Santos, José Luis Guzmán Cano, Sergio Andraca Patrón, Benjamín García Galán, Porfirio Zavala Gómez, Jacinto Ramírez Jiménez, Edwiges Cortés, Carmen Georgina Rodríguez, Obdulia Chávez Ángel, Luis Fernando Jiménez, José Sánchez Moral, José Luis Delgado Castro, Guadalupe Reyes Gallardo, Efraín Aguilar Sánchez, Jesús de la Rosa Cruz y Darío Carrasco. Responsable: Héctor Adán Álvarez Valencia, email hecemil@hotmail.com. Teléfono: 56303446
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