miércoles, 29 de julio de 2009

Periodistas de EL UNIVERSAL Cómo llegan los narcos o sus familiares a pedir sus cheques de Procampo?


¿Cómo llegan los narcos o sus familiares a pedir sus cheques de Procampo?


Muchos quisieran saber cómo le hacen María Teresa y Vicente Zambada Niebla; Jesús, Ofelina y Aureliano Guzmán Loera; la familia Carrillo Fuentes y la Valencia Valencia, o Humberto García Ábrego para estar en los padrones oficiales (con nombre, apellido, dirección y código postal) sin que nadie los moleste. ¿Cómo cobran sus cheques de Procampo o del Instituto Mexicano del Seguro Social (en el caso de María Teresa)? ¿Qué dicen los narcos y los familiares de los narcos cuando llegan a una ventanilla del gobierno federal? ¿“Me da mi cheque, por favor”, y ya? ¿En verdad ellos firman esos cheques? ¿Cómo le hacen para mantenerse en los pósters de la DEA y de la PGR durante años y años, y al mismo tiempo aparecer en las listas de ayudas? Pero somos más los que quisiéramos saber cómo le hacen los hermanos de Vicente Fox Quesada (Javier, José Luis y Cristóbal); o los ex mandatarios Maximiliano Silerio Esparza y Fernando Baeza Meléndez para perdonarse a sí mismos por cobrar dinero del gobierno que supuestamente es para los campesinos más pobres de este país de miserables. Los primeros personajes escogieron una vida y socialmente pagan por ser presuntos delincuentes. Pero, oiga, ¿y los Fox, los Silerio, los Hernández o los Baeza y todos los políticos que cobran en Procampo? ¿Cómo pueden dormir por la noche?



La Procuraduría General de Justicia del DF y la Secretaría de Seguridad Pública federal han desplegado lo mejor de sus cuerpos de relaciones públicas para imponer en la prensa sus argumentos sobre el caso Fernando Martí. Uno y otro cuerpos buscan exculpase, culpando al otro. Los ciudadanos saben el resultado de este tipo de diligencias: es muy probable que ni Genaro García Luna ni Miguel Ángel Mancera tengan la razón. Por lo menos uno de los dos miente, pero, ¿qué importa? Lo urgente es acaparar los espacios en las columnas y en los titulares, no acercar la verdad a los deudos, a la sociedad…




No se equivoquen: Gerardo Ruiz Mateos no reapareció ayer por voluntad propia (luego de estar desaparecido durante el tiempo que va del sexenio). En realidad tenemos noticias sobre él porque lo llamaron a comparecer ante el Senado de la República. El secretario de Economía se paró en la más alta tribuna y dijo que la recesión “ya tocó fondo”. Los senadores de oposición le contestaron, casi en coro: ¿Por qué no renuncia? Ayer le contábamos de dos oficinas que, se dice a gritos en el gabinete de Felipe Calderón, sufrirán bajas. Se habla de una tercera. Ya adivinó cuál.




Apunte final: México se aleja los Objetivos del Milenio planteados por la ONU para 2015: erradicar la pobreza extrema y el hambre. Pero los políticos mexicanos, gracias a Procampo, a las guarderías subrogadas y a otros programas oficiales, le resolverán estos problemas a sus hijos, y a sus nietos, a los bisnietos de sus hijos.

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