Por Polimnia Romana
24 de Julio, 2009 - 00:00
Parece que mediante una maniobra instrumentada por la Secretaría de la Reforma Agraria y sus dependencias, el Registro Agrario Nacional y la Procuraduría Agraria, distinguidos panistas trataran de favorecer al Estado de Guanajuato con la construcción de la refinería, y no al Estado de Hidalgo como estaba aprobado, pero condicionado. El Gobierno de Hidalgo, tenía 100 días para poner a disposición de PEMEX una superficie en donación de 700 hectáreas, sin problema jurídico de ninguna especie, que finalmente consiguió, pero la Secretaría de la Reforma Agraria acaba de publicar un comunicado titulado “El cambio de régimen de propiedad indispensable para la venta de tierra ejidal”. En resumidas cuentas se trata de un trámite largo y engorroso que imposibilita la compra de los terrenos de El Llano, en Hidalgo, dejando abierta la posibilidad de que la refinería se construya en Salamanca, Guanajuato, donde el gobernador Juan Manuel Oliva tiene todo listo para ejercer la suplencia. No en pocas ocasiones Andrés Manuel declaró, con razón, que al gobierno usurpador no le interesaba construir refinerías porque lo que en realidad busca es la privatización de nuestra industria petrolera, y además aseguró que no se construiría ni una refinería en este sexenio. Parece que Andrés Manuel una vez más se adelantó con su declaración. Al pelele le quedan tres años de desgobierno, pero con un Congreso lleno de priístas y verdecologistas que le harán ver la suya. Vamos a presenciar nuevamente una larga discusión entre priístas y panistas para ver quién se queda por fin con la refinería. Entre trámites jurídicos, “aplicación” de la ley, demandas y amparos en la Procuraduría Agraria se les van a ir los años.
Ojala que me equivoque y
sí se construya la refinería que tanta falta nos hace, para dejar de pagar tantísimo dinero por la gasolina que le compramos a los que nos compran el crudo. Todo parece que los prianistas alargarán el asunto y en una de esas hasta se ponen de acuerdo en el Congreso y levantan los dedos necesarios para aprobar su ansiada privatización. Porque a la mera hora PRI y PAN son lo mismo, y se las arreglan para salirse con la suya.
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