martes, 11 de octubre de 2011

Para derrotar al PRI, @M_Ebrard apoya el ultra priista Plan Beltrones-- FEDERICO ARREOLA

Manlio Fabio Beltrones es un político hábil y marrullero que me cae bien. Me lo presentó Luis Donaldo Colosio en septiembre de 1993, cuando el primero era gobernador de Sonora y el segundo secretario de Desarrollo Social federal. Colosio me dijo, mientras volábamos de la Ciudad de México a Sonora, donde se dio el encuentro: “Manlio es inteligente y mañoso. No conoces gente así (yo era columnista “de provincia” en El Norte de Monterrey). Ponte listo o Beltrones te va a enredar”. Fue un elogio de Donaldo a Manlio Fabio que, supongo, me ha enredado alguna vez, o varias.

Es vivo Beltrones… ahora se las arregló para enredar y, por lo tanto, para poner a trabajar a su favor a dos de sus mayores enemigos: los “izquierdistas” Marcelo Ebrard y Manuel Camacho. Lo hizo con el cuento del gobierno de coalición y de crear la figura del jefe de gabinete como un contrapeso al presidente de la República (jefe de gobierno-jefe de estado).

Beltrones sabe que él no cuenta con la popularidad que se necesita para, ya no se diga ganar las presidenciales de 2012, sino ni siquiera ser candidato del PRI. Como Enrique Peña Nieto lo supera por mucho, Manlio busca el poder por otra vía.

Conocedor de la naturaleza del político, Beltrones diagnosticó a Ebrard y Camacho:

1.- Enfermos de ambición, saben que la candidatura presidencial de izquierda no será de ellos, sino de Andrés Manuel López Obrador.

2.- Desesperados, Ebrard y Camacho han pactado con los chuchos del PRD, que controlan la burocracia del partido y que detestan a López Obrador, para intentar llevar al cascarón en que quedaría convertido el perredismo sin AMLO a una –más o menos probable dependiendo de las condiciones–, alianza con el PAN.

3.- Pero Ebrard y Camacho entienden que tal proyecto no encuentra de momento apoyo real en el PAN. Si los panistas llegaron a pensar que no podían solos conservar la Presidencia de la República, con la fuerza que ha tomado Josefina Vázquez Mota han cambiado de opinión.

Beltrones, entonces, abusando de la desesperación de Ebrard y Camacho decidió sumarlos a su causa convenciéndolos de que México lo que necesita es un gobierno de coalición (que, por supuesto, a Beltrones lo lleve al poder sin necesidad de ganar las elecciones, es decir, no como presidente elegido por los ciudadanos, sino como jefe de gabinete nombrado por el Senado).

Para que lo anterior sea posible se necesita una reforma constitucional que Beltrones ha pretendido lograr como propuesta del PRI en el Senado y en la Cámara de Diputados. Pero Manlio no manda en el PRI, sino Peña Nieto. Y dado que el plan Beltrones no ha sido comprado por el priismo, ahora intenta hacer realidad su sueño apoyado en la credibilidad de algunos intelectuales.

Beltrones no se siente más de lo que es. Así, consciente de que en él no creen los intelectuales, pero que sí hay algunos cercanos a Camacho y a Ebrard, enredó a estos dos últimos. Surgió, de ese modo, el desplegado en el que, “para derrotar al PRI”, como dice Ebrard, este, Camacho y varios escritores apoyan el Plan Beltrones.

Lo que no está claro cómo le van a hacer Ebrard, Camacho y sus intelectuales para vencer al PRI respaldando el proyecto de un prominente priista que, sin duda, los está usando.

Da igual para Ebrard y Camacho, a quienes lo que menos importa es el gobierno de coalición. Ellos piensan que defendiendo tal tesis fortalecen la idea entre los panistas de que, si la reforma no es posible (y no lo es, por ahora), un buen sustituto es la candidatura de unidad PAN-PRD… con Ebrard a la cabeza. De ahí que Ebrard insista en que el desplegado, cuyo autor intelectual es el priista Beltrones, lo que busca es evitar el regreso del PRI.



Ni duda cabe, Beltrones, el chico listo capaz de enredar a cualquiera, está jugando con Camacho y Ebrard, dos vulgares políticos enfermos de ambición que son capaces de lo que sea con tal de llegar a lo que, según ellos, les pertenece: la cúspide del poder. Lo intentaron en 1994 recurriendo a la peor guerra sucia. Pero no pudieron con Colosio. Hoy, asociados con un colosista como Beltrones, lo intentan de nuevo. No lo lograrán tampoco, por cuatro razones:

1.- Porque Beltrones solo está usando a Ebrard y a Camacho.

2.- Porque si ellos fueran tan listos, que no lo son, como para usar a Beltrones, este no controla al PRI.

3.- Porque, dado el crecimiento de Vázquez Mota, en el PAN ya no están interesados en la alianza con el PRD.

4.- Porque el proyecto de Ebrard y Camacho no cuenta con el respaldo de la verdadera izquierda que encabeza López Obrador y que nada quiere saber de arreglos con nadie que no represente el cambio verdadero.

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