TRASCENDIO

Que con sorna tomó la mayor parte de los priistas reunidos en Chihuahua, la propuesta de un grupo de políticos y articulistas de buscar un gobierno de coalición.

“Los políticos que firmaron son los que quieren seguir estando y parece que no van a estar”, fue una de las frases más usadas.

Que en Chihuahua, por cierto, donde Manlio Fabio Beltrones y Enrique Peña Nieto tuvieron el primer encuentro de los tres programados para analizar la propuesta electoral del PRI, el tricolor echó mano de la vieja escuela de forma y fondo.

Fueron importantes los contenidos (porque el mexiquense mostró su proyecto económico y el de Sonora se manifestó por un gobierno de coalición), pero tanto o más lo fueron las formas, de las que se encargó el presidente de la Fundación Colosio, el beltronista Marco Bernal.

Por eso los dos aspirantes priistas a la Presidencia llegaron por su lado, participaron en estricto orden alfabético, se sentaron separados sólo por Manuel Ángel Núñez y, por eso, no hubo entrevistas ni conferencias de prensa, “para fomentar la unidad”.

Puras cortesías, pues.

Que a medida que se acorta la lista de jefes de Estado que confirmaron su asistencia a la cumbre del Mecanismo de Tuxtla, se aleja más la posibilidad de que el presidente Felipe Calderón viaje a la capital de Chiapas a principios de la próxima semana, por lo que los trabajos de dicha instancia latinoamericana quedarían en manos de los cancilleres.

Que el gobierno del Marcelo Ebrard prometió retirar la propaganda electoral no sólo de sus funcionarios, sino de cualquier personaje, en referencia a las campañas que realizan Xavier González, de Alguien Tenía que Decirlo, y el ex secretario de Seguridad Pública Joel Ortega.

A pesar de ello, el jefe de Gobierno del Distrito Federal dejó en claro que no prohibirá a sus funcionarios dar entrevistas o manifestar abiertamente sus intereses políticos.

¿Retirará también los grotescos anuncios en los camiones del secretario del Trabajo, Benito Mirón, en los que presume ser un “político congruente”?