Lo que sea de cada quien, la candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, ha sido la gran animadora del Twitter político.
Este lunes 2 de abril se ha desatado una nueva guerra tuitera, ahora por la salud de Josefina.
Sus partidarios, deseando que mejore (porque evidentemente está enferma o muy débil por el exceso de estrés), crearon el lema #FuerzaJosefina.
Sus detractores se lanzaron sobre la señora del PAN con #MeDesmayoComoJosefina.
Todo porque Josefina Vázquez Mota sufrió un mareo y estuvo a punto de caer al piso en un evento sobre seguridad celebrado en la Ciudad de México.
No sé si la señora Vázquez Mota esté enferma. Pero se ve muy débil, demasiado delgada. Ella no era así, por lo que es dable suponer que, pensando en la campaña presidencial, desde hace tiempo recurrió a una de esas dietas locas que dejan a la gente en malas condiciones físicas.
Además de su escualidez, lograda a marchas forzadas para mejorar su apariencia (nadie, ni siquiera la gente del cine, es más vanidoso o vanidosa que una candidato o candidata), a Josefina la está afectando la enorme presión de ver que, desde que logró la candidatura presidencial del PAN, su trayectoria ha sido cuesta abajo.
Todo le ha salido mal a la panista, particularmente la estrategia, que puso en marcha Felipe Calderón, de decir que ella había dejado en un lejano tercer lugar a Andrés Manuel López Obrador y que estaba muy cerca del líder en las encuestas Enrique Peña Nieto.
Todos los estudios la ubican casi 20 puntos atrás de Peña Nieto y, los más serios, la colocan en empate estadístico con López Obrador.
La diferencia entre Vázquez Mota y López Obrador es que, mientras el izquierdista empezó su campaña con el pie derecho, la panista no ha dejado de equivocarse.
Las dietas previas al proceso electoral y las presiones de una campaña mal diseñada y peor ejecutada han golpeado ya físicamente a la señora Vázquez Mota.
Por eso, sus aliados tratan de reanimarla con #FuerzaJosefina, como si Twitter resucitara a los muertos (políticamente hablando).
Por eso, sus enemigos se pitorrean con #MeDesmayoComoJosefina, como si Twitter fuera capaz de darle el tiro de gracia antes de julio 1 (día de las elecciones).
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