miércoles, 1 de julio de 2009

Astillero

Astillero
El reino de la abstinencia

Tal vez, 30% de votantes

Un cardenal modesto

Julio Hernández López

FRENTE POR EL VOTO NULO. Integrantes de diversas organizaciones ayer durante la Asamblea Nacional por el Voto NuloFoto Yazmín Ortega Cortés
Ni siquiera en los flancos institucionales tienen confianza en el proceso electoral en curso. La presidenta del tribunal de convalidación de órdenes electorales de la superioridad (Tricordes), Maricarmen Alanís (margarita y beltrónica en proporciones sujetas a las necesidades del momento; a veces se favorece al zavalismo, otras al jefe Manlio), ha hecho saber a las masas ciudadanas ansiosas de acudir a las urnas que el abstencionismo previsible es de alrededor de 70 por ciento. Del otro lado de la cancha, los jugadores pigmeos de la abstracción/aberración llamada ife tratan de defender con denuedo la importancia del 30 por ciento (menos votos nulos y en blanco) que definirá el perfil del PanPristein político que tratará de llegar al 2012 en paz, habiendo pasado (if) el cabalístico 2010 de las revoluciones y las independencias.

El presidente del fideicomiso de liquidación del citado ife, Leonardo V.Z. (sin relación alguna con la veterinaria zootecnista), ha dicho que n’ombre, que sí va a votar más del antedicho 30 por ciento y que los símbolos nacionales son bien chidos para unir a los mexicanos y que antes de instalar el próximo domingo la sesión permanente de los carísimos consejeros del paupérrimo remedo democrático se entonará el Himno Nacional y se saludará al lábaro patrio, porque más allá de las diferencias partidistas está el hecho de que los mexicanos tenemos lazos muy importantes entre nosotros (el tecleador, decidido a votar por algo o alguien, pero no a anular su voto que en todo caso la maquinaria tradicional se encargará de anular, como en 2006, se llena de lágrimas marca masiosare al oír el recurso patriotero del ife vazurita).

El constructor de muros en cauces acuáticos (una especie de presas, pues) Armando Paredes Arroyo, quien funge como empleado de lujo de los grandes capitales en la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial, también le dio su llegue al multicitado ife, pues perdió credibilidad. El enojo del vocero temporal de los patrones máximos se encuadra en la campaña libertaria mercantil con que los distorsionadores de la pasada elección presidencial pretenden recuperar el fuero mediático que les permite pagar anuncios difamantes contra sus adversarios: ¡oh, la libertad de expresión en horario triple A, que sólo pueden pagar los poderosos!

El ciudadano Juan Sandoval Íñiguez, por su parte, ha encontrado una mejor manera de que los fieles voten a favor de ciertos proyectos. Por ejemplo, el santuario de los mártires cristeros, que no estará en alguna parte de Los Pinos sino en la arquidiócesis de Guadalajara. Luego de que fue obligado por la presión pública a devolver los millones de pesos que el acólito jalisciense Emilio González Márquez (famoso por el tequila y los exabruptos en público; temprano candidato a secretario federal de ¡Salud!) había desviado del erario para promover el turismo religioso ayudando a construir el citado santuario, el cardenal y verdadero gobernador del estado, Sandoval Íñiguez, se permitió un prodigio de humildad extrema, sin narcisismos ni vanidad, al ser tomado su egregio rostro como motivo central de monedas de oro y plata con cuya venta se continuarán los trabajos del templo dedicado a quienes se enfrentaron con las armas en la mano al Estado mexicano por instigación clerical (bueno, las monedas también conmemoran los 15 años de cardenalato del buen Juan en Guadalajara, pero eso no es más que una coincidencia no buscada).

No hay comentarios: