Que si usted creía que a 10 días de los comicios ya había visto casi todo, está en lo correcto: casi todo.
Porque esta semana, por ejemplo, comenzó a circular en Quintana Roo la copia de la averiguación previa PGR/QRO/Chet/066/2010/II abierta por la delegación del Ministerio Público federal contra Roberto Borge, candidato del PRI a la gubernatura de Quintana Roo, por su presunta responsabilidad en delincuencia organizada, delitos en materia electoral y extorsión.
Casi casi los mismos delitos imputados a su ex adversario Greg Sánchez, ya imposibilitado de competir por ese gobierno al estar preso en el penal federal de Nayarit.
Que en la comparecencia del director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, Acción Nacional negoció que el Partido Revolucionario Institucional no incluyera cuestionamientos a los presuntos contratos asignados a César Nava durante su paso por el sector energético.
Sin embargo, los diputados priistas no quedaron conformes y volverán a citar al funcionario para ese tema específicamente, nada más que pasen las elecciones. Qué bueno, no se vaya a ensuciar el proceso, habrán evaluado.
Que los dirigentes sindicales agrupados en la UNT están muy molestos con Francisco Hernández Juárez, debido a que el líder telefonista visitó a Napoleón Gómez Urrutia en Canadá y no les avisó.
Los inconformes especulan acerca de qué fue a ofrecerle Hernández al mando minero exiliado o a qué arreglo llegó con él sin consultarlos. Vaya aliados.
Que mientras la Secretaría de la Defensa Nacional, que encabeza Guillermo Galván, prepara su respuesta a la CNDH, la Procuraduría General de la República afina un documento contra la recomendación al Ejército mexicano por el homicidio de los hermanos Martín y Bryan Almanza Salazar, en Tamaulipas.
La procuraduría a cargo de Arturo Chávez Chávez tratará de demostrar que las tropas no incurrieron en ningún abuso y mucho menos son los responsables de la muerte de los menores, en consonancia con los alegatos de la procuraduría militar, que ha intentado probar que hubo un enfrentamiento con sicarios uniformados como soldados.
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