La extrema derecha mexicana se está aprestando a dar un asalto al poder en 2012 a fin de controlarlo por completo, creyendo que el pueblo mexicano no se da cuenta de lo que acontece, y el escándalo de las escuchas telefónicas realizadas a diversos gobernadores del PRI en este verano de 2010 no sólo lo confirma, sino que es el hilo de la madeja que permite desentrañar el proyecto.
1. El espionaje político y las filtraciones a los medios de grabaciones de los gobernadores priístas de Veracruz, Oaxaca y Puebla que se han conocido en los últimos días han buscado no sólo revertir las posibles tendencias de las votaciones en esos estados, desfavorables al PAN y/o a las coaliciones PAN-PRD, sino también y sobre todo crear las condiciones para que el gobierno pueda acusar a los gobernadores de posibles ilícitos a fin de crear las condiciones para anular dichos procesos electorales, pero lo que han logrado ha sido lo contrario: evidenciar la naturaleza corrupta y las acciones ilegales del gobierno de facto de Felipe Calderón.
2. Tras la difusión de las grabaciones de Fidel Herrera, el gobernador veracruzano, en El Noticiero de Canal 2 el lunes 14, enviadas por el presidente de Acción Nacional, César Nava, en las que aquél ofrece apoyo financiero y logístico oficial a diversos candidatos priístas, y las ulteriores de Mario Marín, gobernador poblano sobre asuntos personales y de Ulises Ruiz de Oaxaca sobre temas poco relevantes, se ha desatado una tormenta que atañe no sólo a la llamada clase política sino al pueblo mexicano, por las implicaciones que entraña.
3. La respuesta del PRI y de otros sectores agraviados ha buscado poner de relieve las acciones ilegales del gobierno federal con este acto pero también la hipocresía de Felipe Calderón y de los panistas que pretenden acusar a los demás de lo que ellos están haciendo también ilegalmente y de manera descomunal: la utilización de los recursos públicos para imponerse en las elecciones. Todo lo cual está conduciendo a algo mucho más grave: cuestionar el papel de los medios en los procesos electorales, acusados de uno y otro lado de servir a intereses facciosos.
4. El asunto de las escuchas ha terminado por agravar las tensiones internas de la mafia en el poder a niveles no imaginados, en particular las existentes entre el gobierno y el consorcio Televisa, generadas por el asunto de diversas concesiones, y el miércoles 23, durante la emisión de Tercer Grado en el Canal 2, el propio Felipe Calderón fue responsabilizado abiertamente por los locutores de tratar de manipular en vistas al 2012 los procesos electorales locales de 2010 en los que se disputan gubernaturas claves, utilizando prácticas ilegales como las que, se subrayó, le permitieron hacerse de la silla presidencial en 2006, por lo que se dijo lo menos que puede hacer es pedir la destitución de Nava como presidente del PAN a fin de que pueda ser procesado por los delitos cometidos. Calderón, se insistió, se comporta como los priístas en el pasado haciendo grabaciones ilegales y utilizando recursos públicos para intereses partidistas, sustentando sus políticas en las prácticas del clientelismo, el paternalismo y el corporativismo que pretende combatir, y el PAN a su vez actúa peor que el PRI al no haber sustentado sus gobiernos en los principios éticos que pretendía tener, de tal suerte que ni Calderón ni el PAN han sido demócratas, como alguna vez lo pretendieron, pues ambos se la han pasado torciendo y violando la ley.
5. La todopoderosa neopanista Patricia Flores Elizondo (jefa de la Oficina de la Presidencia), sobrina del Negro Elizondo y miembro de El Yunque, fue además señalada como la posible responsable de las escuchas y de la campaña contra el PRI, demandándose una investigación sobre su papel. La que los panistas llaman La Jefa por el enorme poder que tiene ha sido mencionada durante meses por diversos medios de haberse erigido como el verdadero poder tras el trono, convirtiéndose en pieza fundamental en la entrega de los recursos estratégicos del país a las trasnacionales hispanas, y a pesar de los múltiples escándalos de corrupción y de espionaje a través del Cisen en que se ha visto involucrada, de tomar decisiones políticas por encima de todos los miembros del gabinete, entre otras las que condujeron a los acuerdos electorales para 2010.
6. Las alianzas de 2010 entre el PAN y el PRD en diversas elecciones locales han constituido la piedra angular de las políticas de la extrema derecha mexicana para hacerse del poder en 2012, al apoderarse de diversas entidades, y sobre todo al buscar cancelar una posible alternativa electoral de izquierda creando un clima de engaño y confusión, pero es evidente que van a fracasar porque no se puede engañar al pueblo de México de manera tan burda. Los votantes saben que los candidatos de la Alianza son en realidad los candidatos de Calderón y de la extrema derecha mexicana y que con el señuelo de que van a terminar con el régimen priísta en diversos estados lo único que buscan es establecer gobiernos mucho peores que los del PRI y sustentados en las mismas prácticas, como acontece a nivel nacional.
7. El gobierno de Felipe Calderón ha tenido otro enorme fracaso con el descomunal operativo de propaganda que organizó para montarse sobre la participación de México en el Mundial de Sudáfrica 2010. El que resultó ser el combinado Calderón-Aguirre, y al que se le soltaron sumas multimillonarias, ha hecho el papelón en Johannesburgo, y lejos de transmitir a los mexicanos el mensaje de que sí se puede (con el proyecto de la ultraderecha), no ha contribuido más que a confirmar que el país es un desastre en todos los órdenes.
8. El operativo de Estado no logró en consecuencia ocultar la crisis social de la que dan cuenta la huelga de hambre de los electricistas, la represión a los mineros de Pasta de Conchos, Taxco y Cananea o los atentados sin precedentes contra los derechos individuales y la inexistencia de un estado de derecho como se evidencia con la petición ante la embajada venezolana de asilo político de la joven América del Valle, como tampoco distraer de la gravedad de la otra crisis: la crisis política de la burocracia gobernante, por la pretensión de la ultraderecha de imponerse a como dé lugar en las elecciones federales de 2012.
9. El asunto de las escuchas ha puesto de manifiesto no nada más que el grupito de Los Pinos está desesperado ante la evidencia de que va a perder el control del gobierno en este año, sino que para evitarlo reivindica para la ultraderecha mexicana la prerrogativa del monopolio en el control del aparato del Estado. El diferendo actual entre el titular de facto del Ejecutivo y el PRI es de enorme gravedad pues afecta derechos fundamentales del pueblo, ya que supone entre otras cosas que las gubernaturas estatales claves han de estar subordinadas al Ejecutivo de facto, y que el control totalitario de los medios es un derecho no escrito del gobierno federal.
10. Las diferencias crecientes dentro de la mafia político-empresarial ponen en evidencia la descomposición de una clase política que no tiene otro proyecto que el de seguir entregando los recursos nacionales al extranjero y cancelando los derechos de los mexicanos para favorecer las actividades de las corporaciones extranjeras, pero no pueden ocultar que el país se halla en el riesgo de una mayor derechización, y que en consecuencia hay un pueblo que sigue resistiendo.
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