miércoles, 23 de junio de 2010

Aprender es cambiar...Polimnia Romana



Hace unos días leí un excelente artículo de Esteban Garaiz sobre el maestro Pablo Latapí Sarre, uno de los educadores más importantes que ha tenido México. En él menciona las últimas declaraciones del maestro Latapí respecto a la situación del país y la errónea política educativa de la SEP. Antes de morir, el maestro Latapí reconoció que la doctrina social cristiana, en la que se formó como filósofo, no era aplicable a los países pobres, como México, debido al subdesarrollo de la economía de mercado, que hoy domina al mundo. Aceptó que mientras el pueblo no cuente con voz ni un trabajo sólido respaldado por fuertes sindicatos que negocien con el gran capital, los abusos seguirían anteponiéndose a las necesidades del pueblo.

En un texto póstumo, el maestro Latapí expresó que los gobiernos panistas resultaron más extremistas que los priístas al mantener esa economía capitalista enteramente subordinada a los intereses del capital, a costa de los trabajadores y de las clases populares. Y eso que no le tocó ver la represión contra electricistas y mineros, y el desmantelamiento de sindicatos por parte del desgobierno federal.

Latapí expresó también que a pesar de que el Artículo 3º de la Constitución contiene en su texto las políticas públicas más trascendentes, en la práctica, el rezago, la falta de inversión y de superación del magisterio, así como el maridaje público entre gobierno y SNTE, en pago a un pretendido apoyo electoral, mantienen estancado a uno de los motores del desarrollo, la educación. Ante la muerte de los hombres lúcidos de este país, muchos repiten que su obra constituye un legado que les permitirá seguir vivos en nuestra memoria.

Sí, es cierto, pero para que eso ocurra tenemos que leerlos y aprender de sus reflexiones porque de otra manera desaparecerán por completo dejándonos en la orfandad. Aprender es cambiar. Si los legados de las mujeres y los hombres más lúcidos no nos sirven para cambiar el estado de cosas que mantienen al pueblo oprimido y al país en un baño de sangre, entonces no hemos aprendido nada de ellos. Su vida y su obra serán inútiles.

El maestro Latapí dijo claramente que los gobiernos panistas y priístas mantienen una economía capitalista subordinada a los intereses del capital, que en nada beneficia al pueblo ni al desarrollo del país, entonces no podemos seguir aceptando que se impongan mediante fraudes, en contubernio con la mapache electoral dueña perpetua del SNTE. Para que la educación se convierta en palanca de desarrollo es necesario defender los postulados del Artículo 3º Constitucional, y no aceptar que la iniciativa privada se adueñe de una de las tareas más importantes del Estado.

En nombre de estas mentes lúcidas y patriotas hagamos algo para impedir que PRI y PAN nos mantengan en la pobreza, el subdesarrollo, la ignorancia y la violencia.No todos los políticos son iguales, como nos lo hacen creer los medios de comunicación afiliados a la derecha. Hay mujeres y hombres honestos que son diferentes y anteponen el bienestar común al beneficio personal.

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