jueves, 24 de junio de 2010

"La cerveza es mejor que el agua"...Federico Arreola

Tal expresión la leí en www.expansion.com. El autor decía: "Un estudio de expertos de las universidades Complutense y de Granada refleja que los azúcares, la sal y las burbujas de una buena jarra de cerveza ayudan a una más rápida absorción de fluidos... (La cerveza es) mejor que el agua para reponer energía después del ejercicio físico".


El problema es que, después de expresar lo anterior, el periodista de Expansión desacreditó la investigación diciendo que, muy probablemente, había sido financiada por los productores de cerveza.


El caso es que recordé una frase atribuida a Mark Twain: "El alcohol es malo, pero el agua es aún peor: ¡te mata si no bebes!".


Anoche, en el restaurante Corazón de Alcachofa, cené con un amigo catalán que, ahora, no consume bebidas alcohólicas. Antes sí lo hacía, y en abundancia. Pero le apareció algo en la sangre cuando se la analizaron, y se volvió abstemio. En mi opinión, lo aconsejaron muy mal sus médicos.


Por cierto, ahí en el restaurante, la encargada del mismo me mostró un ejemplar de la revista Chilango de este mes en el que aparece una entrevista que me hicieron con el título: "El buscapleitos de Twitter". No estoy muy seguro de que eso sea cierto.


Creo que mi amigo catalán y otros que rechazan el alcohol por cuestiones de salud, se equivocan.


El vino tinto, por ejemplo, tiene virtudes antioxidantes, vasodilatadoras, antidiabéticas, anticoagulantes y antiarterioscleróticas. Por lo menos eso dicen numerosas investigaciones que, tal vez, han pagado los productores de vino. Creo en ellas, desde luego.


La humanidad siempre ha considerado curativas a las bebidas alcohólicas. En internet leí que, en otros tiempos, los monjes eran los encargados de administrar la cantidad y el tipo de whisky a los enfermos.


Porque el whisky cura, no hay duda. Lo han sabido siempre en Escocia, donde con ese brebaje se quitan el catarro, y se lo quitan bien. No lo ignoran en Estados Unidos y Francia, donde el whisky, por sus efectos relajantes, se usa para prevenir infartos. En Canadá alguna vez fue el mejor remedio contra el cólera.


¿Y el tequila? Como lo leí en otra página de internet: Estupendo para los males del alma. Y, bueno, en Twitter alguien dijo que dentro de las virtudes del mezcal está la de fomentar la amistad. Y es que, como todo el mundo sabe, para todo mal, mezcal, y para todo bien, también. El abogado Javier Quijano decía, con más elegancia, que la champaña el guerrero en la victoria la merece y en la derrota la necesita. Para mí el autor de esta célebre frase es Quijano, aunque otros prefieran atribuirla a Napoleón Bonaparte.


El caso es que, además de prevenir infartos y purificar la sangre, el alcohol bebido con moderación le quita a uno los problemas mentales. Como dijo no sé quién: "La conciencia es soluble en alcohol". Y esto es suficiente para apiadarse de lo que, como mi amigo catalán de anoche, por malas recomendaciones médicas cenan en los restaurantes acompañando los alimentos con, horror de horrores, cerveza sin alcohol. Pobre

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