Los empresarios independientes de Jalisco pidieron a Andrés Manuel López Obrador la unión con Marcelo Ebrard Casaubón, la que debe darse lo antes posible y que sea patente. Una izquierda fracturada no podría ganar la presidencia, dijeron. Él respondió que Marcelo es un gran político, además de haber resistido la tentación de la mano negra del sistema podrido que no quiere soltar el mando y que pretende evitar a toda costa que se genere la transformación que México necesita. “Iremos juntos” aseguró.
Un empresario poético le manifestó que en cuanto al enigma de su persona, existían los de sol y los de sombra, y que su proyecto necesitaba también llegar a los de sombra, a los que no lo entendían. Le pidió por qué no podría ser más condescendiente más legible para estos últimos, en pos de ganar la presidencia.
AMLO le contestó, que si para que su anhelo presidencial fuese cumplido, él tuviera que relajar que distender su ética personal o sus principios, le contestaba que no, que los principios, la decencia, están por encima de todo y jamás faltaría a ellos por llegar al poder.
Importante la pregunta y respuesta, porque expone al líder como al ser humano honorable en el que millones de mexicanos confían. Sin impedimento para que los empresarios honorables también confíen en él e impulsen su candidatura, para resurgir de entre los escombros de la violencia.
No se gobierna con la ideología. Se gobierna con el ejemplo y sin exclusiones, expresó también.
Lo prueba su regencia de la capital mexicana, al pie del cañón desde las seis de la mañana reunido con su gabinete. Incansable. Algo inédito, al igual que han sido sus recorridos por cada rincón del país. Nadie como él conoce la diversidad, las condiciones de pobreza.
Un regente capitalino que logró magnífico trato con los empresarios, apoyando sus diversos proyectos.
Ante la pregunta de cómo se evitará un nuevo fraude, respondió: “Lo que a mí más me interesa es que la gente sepa que existe un proyecto político alternativo para la nación. Que sí se puede lograr, porque está preparado para emplearse a fondo por los ciudadanos, por la patria. Que ahora cuenta con una gran red nacional de comités que se avocarán a cooperar con la organización y vigilancia, pero necesitamos aún más protagonistas. “Protagonistas” son aquellos mexicanos convencidos que deben lograr convencer a otros cinco que a su vez se convertirán en protagonistas de la regeneración nacional.
Si se pertenece al sector empresarial que se rasca con sus propias uñas, que no es parte del trato preferencial, que desea apoyar un México justo y equitativo, que anhela vivir en un país tranquilo donde se batalle frontalmente sí, pero a la corrupción que detiene nuestro progreso, que atenta contra nuestra integridad, bienvenidos sean al Movimiento de Regeneración Nacional.
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