Al partido le falta introspección, considera la embajada--
Arturo Cano
Periódico La Jornada
Lunes 30 de mayo de 2011, p. 2
La elección de Manlio Fabio Beltrones como coordinador de los senadores priístas en 2006 fue, para Estados Unidos, la mejor prueba de que la afirmación de que el PRI busca reinventarse a sí mismo era nada más una mentira.
Una vez consumada la elección de 2006, el 19 de julio de ese año, Manlio Fabio Beltrones se reúne con funcionarios de la embajada de Estados Unidos en México (según el cable 06MEXICO4100, fechado el 25 de julio de 2006).
Ese mismo día, Felipe Calderón es increpado por simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador al salir de un acto en el centro de la ciudad de México.
En medio de esa crispación, los diplomáticos quieren saber cuál será la actitud del tricolor frente al conflicto y reseñan así la respuesta del sonorense: Beltrones dice que el PRI no está de acuerdo con la estrategia poselectoral de López Obrador para impugnar los resultados y que el partido apoyará cualquier decisión dictada por el Tribunal Electoral (TEPJF).
El cable recoge las quejas del priísta sobre la intervención del presidente Vicente Fox en la campaña electoral, aunque también anota: “A pesar de su rencor contra el PAN, Beltrones dejó en claro que el PRI ‘no iba a jugar el juego del PRD’ y que no ofrecerá ningún apoyo a la impugnación (perredista) del proceso electoral”.
Además de que no cuenta con evidencias de fraude electoral, dice Beltrones, su partido no presentará impugnaciones, porque éstas podrían dar credibilidad o apoyo adicional a las del PRD.
De cara a la crisis poselectoral, Beltrones afirma que sería muy peligroso que el TEPJF no ordenara por lo menos un recuento parcial de los votos, ya que hacerlo de otra manera sería convencer a los partidarios de AMLO de que todo el proceso había sido manipulado en contra de su candidato. Dijo que lo más prudente sería que el TEPJF ordenara un recuento de aproximadamente 50 mil recintos específicamente impugnados por el PRD.
Perdona, pero no olvides
Tal es el subtítulo de la sección en la cual la embajada reseña el balance poselectoral de Beltrones, quien acusa a Fox de interferir en las campañas y de usar recursos públicos para apoyar a Felipe Calderón.
Afirma, por ejemplo, que no tiene ninguna duda de que el gobierno de Fox fue responsable de la filtración de información incriminatoria sobre el aparente enriquecimiento ilícito del ex gobernador del estado de México Arturo Montiel. Lo mismo ocurrió con las conversaciones telefónicas del poblano Mario Marín. Los escándalos posteriores, agrega, dañaron gravemente la credibilidad de Madrazo, sobre todo en aquellos estados muy poblados.
En el cable, uno de los proporcionados a este diario por Wikileaks, Beltrones también culpa al gobierno de Fox de filtrar a la prensa el rumor de que el candidato del PRI a gobernador de Jalisco, Arturo Zamora, estaba bajo sospecha de la DEA por presuntos vínculos con traficantes de drogas.
Aunque para Beltrones el tema electoral parece capítulo cerrado, los estadunidenses no le creen: “Él repitió, con falta de sinceridad, que si bien el PRI no guardaba rencor hacia el PAN, no podía olvidar que había sido ‘perjudicado’ por el gobierno de Fox durante la campaña”.
A pesar de que marca su distancia con la ruta postelectoral de López Obrador, Beltrones comparte un punto con quienes entonces se disponían a instalar un plantón en el Paseo de la Reforma: los consejeros del Instituto Federal Electoral hicieron siempre un trabajo mediocre en las elecciones y su desempeño posterior a los comicios fue errático. El ya electo coordinador de los senadores priístas adelanta que si los consejeros se resisten a renunciar, su partido apoyará su destitución, planteada por el PRD, en la siguiente legislatura.
El redactor del cable critica los argumentos poco convincentes de Beltrones y el uso de un estribillo frecuente de los tricolores desde su histórica derrota de 2000: Dijo que el PRI había aprendido una lección de la paliza electoral de este año y que se haría más fuerte por ello. El Revolucionario Institucional, comenta Beltrones a la embajada, tratará de posicionarse como una fuerza de centro, haciendo hincapié en el crecimiento económico y la igualdad, a la manera de un partido de la socialdemocracia europea. Si el PRI consigue rehacer su imagen, afirma un optimista Beltrones, doblará su fracción legislativa en los comicios de 2009. (De 2006 a 2009, el partido pasó de 121 a 237 diputados).
El informe es clasificado confidencial por Alan Meltzer y firmado por la ministra consejera Leslie Bassett (según una fuente de este diario, que cuenta con fuertes vínculos con la diplomacia estadunidense, la más antilopezobradorista de los funcionarios de la embajada de EU en México).
Manlio Fabio BeltronesFoto Marco Peláez/archivo
Andrés Manuel López ObradorFoto Cristina Rodríguez/archivo
Felipe Calderón HinojosaFoto Yazmín Ortega Cortés/archivo
El PRI no quiere aparecer como cómplice del PAN
En 2006, los funcionarios políticos de la embajada quieren saber si los priístas consideran factible un gobierno PRI-PAN y Beltrones les responde que los comentarios de campaña de Calderón sobre una coalición o gobierno de unidad nacional fueron insinceros. Beltrones expresa dudas de que Calderón, en caso de ser confirmado por el TEPJF, estaría dispuesto a ofrecer al PRI puestos importantes o concesiones a cambio de apoyo.
El PRI podría considerar seriamente una oferta, dice Beltrones, si Calderón ofrece posiciones como la Secretaría de Desarrollo Social y la Auditoría Superior de la Federación, que permitan garantizar que los programas del gobierno mexicano no sean utilizados con fines políticos.
Pero la ve difícil: “(Beltrones) dijo que, dado el clima poselectoral, altamente polarizado, espera que los partidarios de AMLO sean críticos de Calderón durante su sexenio y que el PRI no quiere ser visto como ‘cómplice’ de una administración ‘desacreditada’ mientras recibe poco a cambio”.
Beltrones asegura que el Revolucionario Institucional rechaza una coalición en condiciones desfavorables, pero está dispuesto a cooperar con el PAN en una serie de leyes, en particular las reformas estructurales que el propio PRI había propuesto en la legislatura saliente.
El peinado de Beltrones
En los cables sobre temas partidistas no suelen presentarse descripciones tan detalladas de los personajes como la que sí se redactó sobre el ex gobernador de Sonora, quien al parecer cautiva a sus interlocutores. Aquí su descripción: Extremadamente afable e impecablemente peinado y arreglado, Beltrones exuda confianza en sí mismo. Suele hablar deliberadamente de modo intenso y en tono de voz bajo, intercalando en la conversación frecuentes pausas elocuentes y haciendo contacto directo y prolongado con los ojos de sus interlocutores.
Para completar el retrato del personaje se dice que a menudo aparece con un séquito de ayudantes y que tiene la reputación de ser un implacable operador político que florece y prospera en la política de puertas cerradas.
Otra muestra del interés particular de la embajada en el político norteño es que presenta su perfil biográfico (en otros casos y en los cables disponibles sólo ocurre algo similar cuando se trata de movimientos en el gabinete presidencial).
Los detalles de la extensa trayectoria de Beltrones son aderezados con los rumores de prensa de tener vínculos con el narcotráfico. En realidad se refieren a notas cuya información “él negó en una carta al editor del New York Times el 5 de abril 1997” (publicarla, dicen los beltronistas, fue una suerte de aceptación tácita de que la información, filtrada por la DEA, era falsa). En esa misma línea el cable recoge informes de la prensa mexicana que lo vinculan con lavado de dinero y que él ha negado.
La literaria descripción de la embajada parece más el embeleso frente a un dinosaurio del PRI que un acto de simpatía. Así, a la hora del comentario final, la embajada juzga desde el subtítulo: ¿Regreso al futuro para el PRI? (“Back to the future for the PRI?”)
Primero, los elogios finales: “Emerger de la debacle de Madrazo con el suficiente prestigio intacto como para ganar sin oposición la coordinación del PRI en el Senado da testimonio de las habilidades políticas de Beltrones… Habida cuenta de estas habilidades, podemos esperar que sea un líder legislativo eficaz para el PRI, que logrará sacar al PAN el precio más alto posible por el apoyo de los senadores priístas”.
Y luego la luz amarilla frente a quien consideran un priísta de los de antaño: “No obstante, se requerirán más que habilidades para llegar a acuerdos políticos para restaurar la credibilidad del PRI entre los electores mexicanos. De hecho, la elección de este operador ‘en lo oscurito’ a una posición tan prominente desmiente la afirmación de que el partido busca reinventarse a sí mismo. En este punto, lo que el PRI realmente necesita es un periodo de introspección genuina y, con Beltrones atribuyendo casi toda la culpa por la derrota al gobierno de Fox, la introspección tal vez sea una habilidad que le falta”.
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