El viernes iniciará formalmente la carrera por la Presidencia de la República. Cinco candidatos lucharán por la titularidad del Poder Ejecutivo de la Federación. Dos de ellos contendrán con posibilidades nulas de triunfo. Uno de estos sin ser postulado por un partido político.
Sin embargo, lo que realmente se enfrentará el primero de julio son dos opciones de gobierno, dos alternativas: la que pretende darle continuidad al actual régimen de corrupción y saqueo, que ha permitido la creación de una oligarquía, de una plutocracia insensible a la problemática social y humana, y la que ofrece un cambio verdadero, de fondo.
Esta polarización electoral se da en gran medida a causa de que el gobierno de alternancia resultó gatopardismo vil, que se da cuando cambia todo para que todo siga siendo igual. Y del mismo modo, el discurso del candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, ha colocado de facto al PRI y al PAN en un mismo bloque, los ha amalgamado llamándolos PRIAN. El tabasqueño le ofrece al electorado: “o más de lo mismo, o cambio verdadero”.
Esto último si se emplea de manera correcta puede resultarle al ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal una ventaja frente a sus adversarios. Porque es indubitable que el pueblo de México ha venido manifestando a lo largo de los años una profunda avidez de progreso, de justicia y de paz. Y han sido 82 años de malos gobiernos. Demasiado hasta para el más tolerante, el más paciente.
A resultas de lo expuesto, creo que el candidato presidencial por la coalición Movimiento progresista tendrá al alcance de sus manos la oportunidad de encarnar la esperanza para quienes anhelan un cambio; el ejemplo de quien persevera y alcanza; la única opción de cambio verdadero. Y eso es justo lo que la gente quiere, lo que la ciudadanía mexicana necesita.
Arrancan las campañas presidenciales. AMLO llega al inicio de las mismas con una ventaja. Es el único que ofrece de verdad algo para el pueblo de México. Nada más él cuenta con la honradez, el carácter, la entrega, el corazón, la fuerza y la pasión para gobernar de manera correcta este país. Ahora debe demostrárselos a todos. Y convencerlos que esto último es cierto.
A crear conciencia.
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