Ni siquiera hay una razonable dosis de suspenso en espera de conocer las novedades que los principales con- tendientes presentarán a lo largo de 90 días. Más allá del contenido de sus producciones audiovisuales, sus discursos y proclamas, la esencia del combate electoral está precisada: un priísta apoyado por los factores más oscuros de su partido, la rectoría de la inconciencia patria (mejor conocida como Televisa) y la desesperación ciudadana que busca mejorar el trágico panorama actual regresando al regazo de tres colores; una panista de precariedades propias y pifias inducidas que cree contar con el apoyo del taimado ocupante de Los Pinos, de la cúpula eclesiástica (que juega a dos cartas: con JVM y con EPN) y del voto del segmento social conservador que busca la continuidad de la mano dura felipista, y un (todavía) perredista apoyado por una base social de izquierda ajena a partidos y por tres de estos que buscan mejorar votaciones propias y ganar más prerrogativas económicas y cargos para elencos poco presentables, y por una extendida pero confusa (además de volátil y desorganizada) percepción amplia de que se necesita un cambio político que no pase por el bipartidismo gemelar de PRI y PAN.
Uno buscará no hablar ni exponerse a escrutinios públicos o a audiencias sin control, parapetado tras los prodigios videograbados con los que las televisoras lo suplirán; otra hablará y hablará como fórmula para no decir nada que vaya más allá del manual de la superación personal combinada con un cantinflismo agravado en momentos de crisis, y el tercero se moverá entre paraísos amorosos de oportunidad, selectivos perdones de alto nivel y el adelgazamiento de la oferta de 2006 para ver si así logra colarla ahora por las puertas del poder.
Así que bienvenidos todos a bordo, a las cascadas de mensajes electrónicos y promesas diversas, a los ríos de dinero en los dos bandos unidos en lo esencial (el copete y la falda), y al nuevo intento desde los poderes para marginar al lopezobradorismo y a la izquierda en general. Arranca el viaje electoral. Ya se verán los trayectos, las habilidades en la conducción y el destino final.
Por lo pronto, Felipe Calderón tuvo una aparición triunfal en Tercer Grado, el programa de análisis político que Televisa realiza semanalmente. Como si fuese una continuación del simulacro de informe que había realizado horas antes en el Auditorio Nacional, se dedicó a desgranar los múltiples logros que asigna a su gobierno, sin que alguna enjundia periodística de los entrevistadores le colocara en aprietos ni le impidiera tomar el control de la sesión, al grado de asignar o posponer el uso de la palabra, contradecir categóricamente algunas preguntas y opiniones y enardecerse con el tema del narcotráfico al defender su política bélica. Entre otras cosas, habló de él como consorte de Margarita Zavala a quien ve como presidenta de México en 2018; se aferró a tratar de justificar los incidentes de la Estela de Luz que significaron corrupción y encarecimiento, y le agradeció a López Obrador el gesto del perdón otorgado, pero dijo no necesitarlo, pues aseguró que él había ganado limpiamente las elecciones, y calificó al tabasqueño de perdonavidas.
En otro asunto, una lectora de esta columna navegaba entre páginas de diversiones en Facebook cuando se topó con un ofrecimiento de darle crédito (ciytycash) para seguir jugando si contestaba un cuestionario. Entró a la página de Social Theater, respondió preguntas relacionadas con política, narcotráfico y economía, dio clic para enviar las respuestas y en seguida se encontró con la novedad de que La mayoría de tus propuestas coinciden con Enrique Peña Nieto.
El autor de estos teclazos se asomó a la página de Social Theater y verificó lo relatado por la lectora, pero minutos después el cuestionario y sus resultados fueron removidos. Social Theater es una firma con sede en San Francisco, California, a cargo de Milyoni, Inc., líder en F-commerce, es decir, en relacionar comercialmente a usuarios de Facebook con empresas proveedoras de entretenimiento (difusión de videos, conciertos y actos deportivos), modas y otros rubros. Entre las marcas asociadas con Social Theater están las cervezas mexicanas Modelo Especial y Victoria, pertenecientes al Grupo Modelo, ampliamente relacionado con la política del estado de México. Dada la triangulación de fondos que algunos empresarios tratan de hacer para ayudar a su candidato deseado, Enrique Peña Nieto, resulta interesante el hilo hallado en el caso de Social Theater, pues utilizando plataformas extranjeras se podrían salvar restricciones mexicanas y promover la difusión de actividades del candidato de tres colores.
Por otra parte, Sara Ruelas reporta: “acabo de contestar una encuesta vía telefónica. Las preguntas totalmente amañadas. Dos veces preguntan ‘si las elecciones fueran hoy por quién votarían’, casi al principio y al final; éstas son las únicas preguntas abiertas. El resto de las preguntas van más o menos así: ‘usted sabe que Enrique Peña Nieto cuando fue gobernador del estado de México bla, bla, bla’, y resaltan sus logros en carreteras, en educación y al terminar hacen la pregunta ‘¿usted está de acuerdo con estos logros?’ y uno contesta si mucho, poco, regular o en desacuerdo. Bueno, ahora me queda claro porque este (piiiiii, por cortesía de Astillero) va arriba en las encuestas, son contestaciones totalmente inducidas. Está la población prácticamente atrapada en estas contestaciones”… Y, mientras Fernández Noroña ha hecho un reclamo de fondo y fuerte a las posiciones de AMLO, ¡feliz fin de semana!
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