martes, 27 de marzo de 2012

Columna Incómoda. Encuestas: Los dilemas de @lopezobrador_ ALEXIA BARRIOS G.

Ayer lunes 26 de marzo, fue un día de encuestas sobre los presidenciales:


Con excepción de Mitofsky, que hasta este día dará a conocer sus números, los de ayer son los últimos datos que se presentarán previo al arranque formal de las campañas.

Un buen chiste me contaron sobre las encuestas y los recientes temblores:

“Según Mitofsky, el Temblor fue de 6.4, Covarrubias dice que de 7.8 y para GEA-ISA no hubo temblor”.

Digamos que así es como se expresan los ciudadanos en las redes sociales, el espacio más libre de opinión en este momento, por donde fluyen con naturalidad las percepciones de un segmento importante de los mexicanos.

Un político experimentado, que como operador ha ganado al menos cinco elecciones estatales y muchas batallas internas en su instituto político. comentó a quien esto escribe que para dar como asegurada una victoria hay que leer las encuestas con mucho cuidado, además de su metodología, las tendencias en el escenario territorial, y el pulso de los medios. Comentó que para que un candidato tenga altas probabilidades de triunfo la encuesta tiene que ser muy profesional y con una ventaja de al menos 10 puntos sobre su más cercano contrincante. En caso contrario, se debe encender alerta amarilla y meter el acelerar a fondo.

Con base en la intuición empírica y los datos técnicos que arrojan las encuestas, podríamos aventurar los siguientes escenarios en el plan de acción para el arranque de campaña de los tres principales aspirantes:

Enrique Peña Nieto confía en sostenerse en las actuales circunstancias de las preferencias electorales, en no caer en trampas ni provocaciones, sino solamente aguantar de aquí a la elección, por lo que eludirá debatir más de dos ocasiones con sus adversarios y evitará al máximo, a no responder insultos o descalificaciones de sus oponentes. Para su círculo cerrado, sólo un gran golpe de la Presidencia o del PAN podrían hacerlo caer abruptamente; sólo una “elección de Estado” lo podría poner contra las cuerdas y forzarlo a ser derrotado, por las buenas o por las malas.

Josefina Vázquez Mota va por la polarización de la elección con EPN. Le urge que los indecisos volteen a verla y que AMLO caiga en un nivel que haga prácticamente imposible la posibilidad de triunfo. Por eso está buscando sacar provecho del discurso “no al regreso del viejo PRI” y de “impedir que el PRI regrese a Los Pinos”, porque significaría un retroceso para la democracia. Han limado asperezas con la Presidencia, a pesar de que el “fuego amigo” –o el autogolpeo— de las filtraciones. Ya lanzó señales de conciliación y espera que todo el gobierno federal, todo el PAN y todos los gobernadores la fortalezcan para evitar “el regreso del PRI”.

¿Y Andrés Manuel López Obrador? ¿Cuáles son sus objetivo, su estrategia, su plan de acción para cuando arranquen las campañas? Al menos para quien esto escribe eso es un gran misterio y no está clara. Porque hemos de reconocer el gran esfuerzo desplegado a nivel territorial con los comités municipales y estatales de MORENA, con la inclusión de empresarios, científicos e intelectuales en su futuro gabinete, con una cantidad considerable de foros temáticos organizados por distintos seguidores y una amorosa actitud que ha desconcertado a más de uno. Sin embargo, ese empuje y cambio de rostro de AMLO no se refleja en las encuestas, por el contrario, ha bajado.

Explicaciones sobran. Coincido con Federico Arreola en el sentido de que los conflictos internos del PRD en la disputa por las candidaturas lo desgastó. Pero también la inclusión de personajes políticos que contradicen la razón de ser de la izquierda en México como Manuel Bartlett, Arturo Núñez, Greg Sánchez o Alejandro Puente (otro integrante de la próxima telebancada), habrían influido en el desánimo de sus votantes. Ni qué decir de otros personajes de las tribus que son mal vistos por la ciudadanía.

La semana pasada Epigmenio Ibarra aclaró que él no era el responsable de los promocionales de AMLO, en redes sociales los troles pejistas se justificaron su inactivismo porque “están en cosas más importantes” (¿?) y vemos que AMLO está siendo llevado, por voluntad propia o por pragmatismo puro, hacia foros que en poco ayudan a su candidatura como el que se organiza el jueves próximo por una asociación de nombre Bia’lii, donde se pretende que conviva con algunos promotores del chavismo. ¿Entonces, quiénes son los responsables de manejar la imagen de AMLO que debe llegar al gran público a través de la televisión o Youtube?

Si no desdeña los números de las encuestadoras, incluyendo las propias, AMLO estaría preparando un plan para que capitalice los errores de JVM y pueda asegurar el segundo lugar en la intención de voto. Para ello, sus baterías deberían estar concentradas en explotar los flancos débiles de la panista y evitar echarle agua a su molino. Y me parece, finalmente, que debe poner orden los operadores de su campaña, porque a nivel territorial y a complacencia de sus seguidores incondicionales todo puede “estar de maravilla” y a la perfección, pero quienes tienen la experiencia de varios procesos electorales saben que están fallando. Lo digo a tiempo, y ojalá esté equivocada porque la izquierda es necesaria.

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