Dos columnistas de Milenio, Carlos Puig y Juan Pablo Becerra-Acosta, basados en la encuesta de GEA/ISA que ese diario aplica y publica diariamente, afirman que el candidato que más ha crecido es Andrés Manuel López Obrador.
Dice Becerra-Acosta:
“1.- Enrique Peña Nieto empezó con 34.2% de intenciones de voto. Ocho días después, el 7 de abril, tiene 35.8%. Apenas consiguió un incremento de 1.6 puntos porcentuales en poco más de una semana.
“2.- Josefina Vázquez Mota inició con 21%. Ahora tiene 21.7%. Nada: logró 0.7 puntos porcentuales de incremento.
“3.- López Obrador arrancó con 11.8%. Ahora tiene 16.6%. Ha cosechado, en ocho días, 4.8 porcentuales. Casi 5 puntos en una semana y un día”.
Cito ahora a Puig:
“El 30 de marzo, Andrés Manuel López Obrador tenía 11.1 de las preferencias brutas. La publicada el 7 de abril le da 16.6. Son 5 puntos y medio de ganancia. Muchos votos.
“Sus adversarios apenas y han movido los indicadores: en el mismo lapso, Vázquez Mota después de unos días de caos y tropiezos crece 0.1; Peña Nieto, anclado a miles de espectaculares y spots, 2.1 (utilizo aquí los resultados brutos).
“La caída en el número de indecisos ha sido la ganancia del Peje”.
Veamos el porqué de tales números.
Peña Nieto desde hace mucho tiempo está demasiado alto en las preferencias y difícilmente seguirá creciendo. En el mejor de los casos para el candidato presidencial del PRI y del Partido Verde se estancará en su actual nivel. Su campaña ha sido diseñada para eso, para no moverse de donde está. Va a nadar de muertito para no ahogarse. Si esto fuera futbol, se diría que juega a la defensiva simplemente para conservar la ventaja. Hasta ahora lo ha hecho, al menos en lo relacionado con la candidata del PAN.
Vázquez Mota sí puede crecer, pero no lo ha hecho. Ella estaba obligada a no cometer errores y es la que más se ha equivocado. Por eso, su distancia respecto de Peña Nieto se ha ampliado, y cada día parece más probable que va a terminar de rebasarla López Obrador.
Es Andrés Manuel el que claramente se ha beneficiado de las crisis de la panista. Lo perciben ya no solo los mencionados columnistas de Milenio, sino también un periodista antipejista como Ricardo Alemán, de Excélsior:
“(A AMLO) aún nadie puede darlo por muerto. Aún respira, en especial, luego del cambio de estrategia, de spots y de imagen que a buen tiempo decidieron sus estrategas y ‘genios’ de la publicidad y la imagen. Por eso la pregunta obliga. ¿Qué tanto será capaz de crecer la candidatura presidencial de López Obrador… la posibilidad de que AMLO avance, se estanque o retroceda en las preferencias electorales, en buena medida está en manos de los estrategas del PAN, de la casa presidencial y de la candidata Vázquez Mota. ¿Por qué? Porque si los azules no reaccionan y no se confirman como una verdadera alternativa presidencial —rápidamente y en las próximas dos semanas—, buena parte del electorado que aún no ha decidido su voto, volteará a otro candidato y otro partido para buscar una opción electoral”.
¿Logrará Josefina corregir el rumbo? ¿Se aplicará a su campaña el dicho de que el árbol que nace torcido jamás su rama endereza? Lo que sea, el hecho es que los errores de la panista han beneficiado, al menos en el terreno de la percepción (tan importante en la política) a López Obrador.
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