Siempre lo he dicho y lo sigo sosteniendo públicamente, así como en el 2006 apoyé desde mi trinchera de forma activa la campaña de Andrés Manuel, hoy la sigo apoyando por una simple y sencilla convicción, el de un Proyecto Alternativo de Nación en la figura de un líder como López Obrador.
Como seres humanos tenemos tropiezos y defectos mundanos, de los cuales, si bien es cierto que para muchos les resulta complicadísimo lidiar y superar sus propios defectos, para muy pocos, es una constante lucha de superación y crecimiento personal.
Pero hay otro factor inherente en el ser humano que poco se construye con una larga lista de elevada literatura o egresar de prestigiosas universidades. La ética, la moral, los valores, los principios y los ideales son elementos claves diferenciadores entre ser un simple individuo ordinario, al de ser un hombre ordinario que aspira alcanzar una vida más plena, aun dentro de sus propias limitaciones.
Andrés Manuel se ha ufanado de ser un hombre consecuente entre lo que dice y hace, y por tal motivo el título de mi texto. Si para el candidato presidencial de las izquierdas ha dejado a un lado el tan trillado discurso de antaño, para ahora regocijarnos de un diálogo amoroso y reconciliador, me parece una vez más, un error a su estrategia. Si todo este nuevo discurso de paz y amor fue puesto en marcha para bajar sus negativos de una larga y cruenta guerra negra en su contra, se ha visto que no ha sido muy efectiva ni en sus seguidores, como entre sus detractores. Solo basta leer los textos de opinión que escribe el Sr Pablo Hiriart (@phiriart) en su diario La Razón respecto a la imagen y opinión de Andrés Manuel, para darse cuenta que sus detractores son y seguirán siendo los mismos, de ayer, hoy y mañana.
En mi opinión describo algunas señales del por qué la nueva imagen de AMLO me huele a una candidatura ya negociada:
Se gesta de un día a otro una campaña amorosa, dejando de tajo un discurso que ya parecía trillado, cuando desde hace tiempo se le pedía al líder dar vuelta al discurso frontal.
Asiste a una entrevista al inicio de su elección como candidato de las izquierdas a la empresa que más ha hecho por proyectar una leyenda negra alrededor de su imagen.
Se busca de manera incansable al sector empresarial mucho más que hace 6 años, cuando siempre se le pedía que tuviera acercamiento con los empresarios PyMES, y hasta con la cúpula empresarial.
Personajes de la vida pública como Vicente Fox, reconocen abiertamente la pensión a los adultos mayores como un programa implantado por Obrador en el DF. Siendo Fox la persona que más hizo por impedir que Andrés Manuel fuera Presidente.
Declaraciones de un priista como Emilio Gamboa Patrón en el noticiario de Carmen Aristegui reconoce su trayectoria de AMLO que ha hecho en todo el país, y su crecimiento que se avizora en las encuestas de opinión pública.
López Obrador asiste a un evento multitudinario religioso, siendo que el propio Andrés Manuel se dice ser un admirador del instaurador del Estado Laico, con la justificante, que él (Obrador), es un líder que representa diferentes ideales religiosos.
Le extiende un perdón a su adversario y usurpador Calderón, sin especificar que dicho perdón lo hace a título personal o como líder de 15 millones de mexicanos que votamos por un candidato como Andrés Manuel López Obrador. Olvidándose que él no fue el único agraviado, al haberse robado Felipe Calderón y la oligarquía la elección presidencial.
Hace a un lado a personajes como Fernández Noroña en una conferencia en la Universidad Anáhuac, dejando entre líneas que lo considera como un lastre para su campaña política, pero que nunca los consideró como tal en su movimiento ciudadano y político.
En resumidas cuentas, Andrés Manuel se vuelve más pragmático como muchos lo hubiéramos querido ver en el 2006, sin dejar de ser ese político romántico, que nada tiene que ver con el nuevo político amoroso.
Ojalá que en este 2012 todos estos cambios tan repentinos le alcancen lo suficiente para convencer como hace 6 años lo hizo con más de 15 millones de mexicanos que pedimos un cambio de fondo en la vida pública de nuestro país.
El Apunte
Si la estrategia a seguir es un precepto de Sun Tzu, es aceptable todavía, siempre y cuando sea para alcanzar esa transformación tan esperada. De lo contrario, el pueblo no perdonará amorosamente.
@jorgekravitz
lun 9 abr 2012
Siempre lo he dicho y lo sigo sosteniendo públicamente, así como en el 2006 apoyé desde mi trinchera de forma activa la campaña de Andrés Manuel, hoy la sigo apoyando por una simple y sencilla convicción, el de un Proyecto Alternativo de Nación en la figura de un líder como López Obrador.
Como seres humanos tenemos tropiezos y defectos mundanos, de los cuales, si bien es cierto que para muchos les resulta complicadísimo lidiar y superar sus propios defectos, para muy pocos, es una constante lucha de superación y crecimiento personal.
Pero hay otro factor inherente en el ser humano que poco se construye con una larga lista de elevada literatura o egresar de prestigiosas universidades. La ética, la moral, los valores, los principios y los ideales son elementos claves diferenciadores entre ser un simple individuo ordinario, al de ser un hombre ordinario que aspira alcanzar una vida más plena, aun dentro de sus propias limitaciones.
Andrés Manuel se ha ufanado de ser un hombre consecuente entre lo que dice y hace, y por tal motivo el título de mi texto. Si para el candidato presidencial de las izquierdas ha dejado a un lado el tan trillado discurso de antaño, para ahora regocijarnos de un diálogo amoroso y reconciliador, me parece una vez más, un error a su estrategia. Si todo este nuevo discurso de paz y amor fue puesto en marcha para bajar sus negativos de una larga y cruenta guerra negra en su contra, se ha visto que no ha sido muy efectiva ni en sus seguidores, como entre sus detractores. Solo basta leer los textos de opinión que escribe el Sr Pablo Hiriart (@phiriart) en su diario La Razón respecto a la imagen y opinión de Andrés Manuel, para darse cuenta que sus detractores son y seguirán siendo los mismos, de ayer, hoy y mañana.
En mi opinión describo algunas señales del por qué la nueva imagen de AMLO me huele a una candidatura ya negociada:
Se gesta de un día a otro una campaña amorosa, dejando de tajo un discurso que ya parecía trillado, cuando desde hace tiempo se le pedía al líder dar vuelta al discurso frontal.
Asiste a una entrevista al inicio de su elección como candidato de las izquierdas a la empresa que más ha hecho por proyectar una leyenda negra alrededor de su imagen.
Se busca de manera incansable al sector empresarial mucho más que hace 6 años, cuando siempre se le pedía que tuviera acercamiento con los empresarios PyMES, y hasta con la cúpula empresarial.
Personajes de la vida pública como Vicente Fox, reconocen abiertamente la pensión a los adultos mayores como un programa implantado por Obrador en el DF. Siendo Fox la persona que más hizo por impedir que Andrés Manuel fuera Presidente.
Declaraciones de un priista como Emilio Gamboa Patrón en el noticiario de Carmen Aristegui reconoce su trayectoria de AMLO que ha hecho en todo el país, y su crecimiento que se avizora en las encuestas de opinión pública.
López Obrador asiste a un evento multitudinario religioso, siendo que el propio Andrés Manuel se dice ser un admirador del instaurador del Estado Laico, con la justificante, que él (Obrador), es un líder que representa diferentes ideales religiosos.
Le extiende un perdón a su adversario y usurpador Calderón, sin especificar que dicho perdón lo hace a título personal o como líder de 15 millones de mexicanos que votamos por un candidato como Andrés Manuel López Obrador. Olvidándose que él no fue el único agraviado, al haberse robado Felipe Calderón y la oligarquía la elección presidencial.
Hace a un lado a personajes como Fernández Noroña en una conferencia en la Universidad Anáhuac, dejando entre líneas que lo considera como un lastre para su campaña política, pero que nunca los consideró como tal en su movimiento ciudadano y político.
En resumidas cuentas, Andrés Manuel se vuelve más pragmático como muchos lo hubiéramos querido ver en el 2006, sin dejar de ser ese político romántico, que nada tiene que ver con el nuevo político amoroso.
Ojalá que en este 2012 todos estos cambios tan repentinos le alcancen lo suficiente para convencer como hace 6 años lo hizo con más de 15 millones de mexicanos que pedimos un cambio de fondo en la vida pública de nuestro país.
El Apunte
Si la estrategia a seguir es un precepto de Sun Tzu, es aceptable todavía, siempre y cuando sea para alcanzar esa transformación tan esperada. De lo contrario, el pueblo no perdonará amorosamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario