viernes, 1 de marzo de 2013

Objeciones de la Memoria | Martí Batres Guadarrama

No nos vamos con la finta



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Viernes 01 de marzo de 2013


La detención de Elba Esther Gordillo representa el golpe mediático de un gobierno sin legitimidad que pretende distraer a la opinión pública, para facilitar la aprobación de los proyectos de privatización del petróleo y la imposición del IVA en medicinas y alimentos.
En realidad, los neoliberales no quieren mejorar la educación sino privatizarla y afectar a los maestros. Peña y Gordillo comparten proyectos y prácticas. No hay que olvidar que la acusación en contra de “La Maestra” es la misma que pesa sobre las finanzas de la campaña presidencial de quien la acusa: desvío de recursos y uso de dinero de procedencia ilícita.
Hay que tener presente que los neoliberales tampoco están interesados en combatir la corrupción.
En el encubrimiento de la ex dirigente magisterial el PRI y PAN la responsabilidad se reparte por partes iguales: dos sexenios del PRI y dos sexenios del PAN. Ambos conocieron y solaparon las tropelías cometidas por Elba.
Si el gobierno de Peña Nieto realmente quisiera combatir la corrupción, hubiera empezado por llevar a los tribunales a Carlos Salinas y a Arturo Montiel, contra quienes también existen pruebas de corrupción , en sus periodos como gobernantes.
Por eso, no nos vamos con la finta. Hay que estar alerta, no distraernos porque privatizar el petróleo y ponerle IVA a alimentos y medicinas también son saqueos tan criminales como los de Elba Esther.
Si se entrega la industria petrolera nacional a los capitales extranjeros, el saqueo a la nación sería de 1 billón 300 mil millones de pesos. Mientras que con el cobro del IVA a alimentos y medicinas, el saqueo al pueblo sería de 200 mil millones de pesos.
Existen amplios estudios que demuestran que el aumento al IVA es regresivo y produce polarización social.
Hasta el Banco Mundial señala que el aumento en el precio de los alimentos es un factor de empobrecimiento. Un trabajador humilde se gasta todo su salario en su consumo cotidiano. Y una persona de altos ingresos puede ahorrar.
A menor ingreso, el consumo se devora una mayor parte del salario. A mayor ingreso queda una parte después del consumo.
En síntesis, los impuestos al consumo como el IVA perjudican a las clases medias, a las clases populares y benefician a los grandes ricos. Ésto ya quedó demostrado en 30 años y más de mil empresas privatizadas y los beneficios no llegan.
En la pugna Peña Nieto contra Elba Esther, tan malo es el pinto como el colorado. Debemos estar atentos: no a la privatización de Pemex ni al alza en el IVA.

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