domingo, 27 de septiembre de 2009

Anarquistas al ataque

RODRIGO VERA
Con presencia histórica en México, y actualmente formados mayoritariamente por jóvenes, los núcleos anarquistas decidieron manifestar su descontento por la situación del país y –a decir del especialista Jorge Lofredo– reivindicar las demandas anticapitalistas que definen a su ideología. Su discurso: que hablen los petardos y los cristales rotos.

Diseminados por todo México, los grupos de anarquistas ya empiezan a irrumpir en la vida pública con los "bombazos" y "cristalazos" que asestan a instituciones bancarias, agencias automotrices y centros comerciales, fenómeno que no tiene antecedentes cercanos en el país.

Estas pequeñas células del anarquismo –conformadas generalmente por jóvenes encapuchados– están operando de manera muy distinta a los grupos terroristas y vandálicos, ya que no se valen del asesinato ni del robo para amedrentar. Su protesta consiste en provocar daños materiales a los inmuebles que consideran emblemáticos de un capitalismo injusto.

Tan solo en este mes de septiembre, esos grupos –herederos seculares de los hermanos Flores Magón– han realizado alrededor de diez atentados, principalmente en la Ciudad de México, pero también en Guanajuato, Nayarit y Jalisco.

Jorge Lofredo, director del Centro de Documentación de los Movimientos Armados (Cedema), asegura, sorprendido:

"Sí, no hay ninguna duda. Son grupos de anarquistas los que empiezan a lanzar petardos y provocar cristalazos, principalmente contra las instituciones bancarias. Es un fenómeno novedoso. No tiene antecedentes en la historia reciente del país".

–Pero algunos señalan que son terroristas, otros que son simples grupos vandálicos…

–No. Es totalmente errada esa apreciación, puesto que los grupos terroristas buscan amedrentar provocando muertes, como sucedió con el granadazo del año pasado en Morelia. Ese sí fue un acto terrorista, mientras que el vandalismo, entre otras cosas, busca fundamentalmente el robo.

"En cambio, aquí estamos viendo que estos grupos anarquistas ni matan ni roban, pese a atacar sucursales bancarias. En uno de sus mensajes aclararon: 'No queremos el sucio dinero del capitalismo'. Y además realizan sus acciones durante las madrugadas, precisamente para evitar muertos y heridos".

Por si quedara duda sobre la impronta anarquista, el investigador resalta el hecho de que, en algunas pintas dejadas tras los bombazos, estas células dibujan la letra "A" dentro de un círculo, símbolo inequívoco del anarquismo, una ideología que históricamente pugna por la supresión del Estado y la propiedad privada.

Algunos grupos, prosigue, llevan incluso nombres de anarquistas famosos, como ocurre con las Células Autónomas de Revolución Inmediata Práxedis G. Guerrero, bautizadas así en honor a ese anarquista opuesto al porfiriato, vinculado a los Flores Magón y muerto durante una de las primeras acciones armadas de la Revolución Mexicana.

Este es un adelanto del reportaje que se publica en la edición 1717 de la revista Proceso que empezó a circular el domingo 27 de septiembre.

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