miércoles, 30 de septiembre de 2009

Andanada legislativa





En la comparecencia de la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, ante la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo le dijo que “es hora de cambiar el rumbo (en política exterior). Aunque sabemos que no depende de usted” Fotos José Antonio López“La política exterior se reduce a la relación con EU”

Nueve años de gobiernos panistas han acarreado que se pierda el liderazgo de México, lamentan

Terminar con la política exterior de sumisión a EU, exigen diputados
Cuestionan a la canciller Patricia Espinosa Cantellano la pasividad, inercia y frivolidad de su actuación

Califican de “pobre” el desempeño de la SRE en el conflicto de Honduras


La secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, durante su comparecencia

La oposición en la Cámara de Diputados (PRI, PRD, Partido Verde, Convergencia, PT y Nueva Alianza) exigió al gobierno de Felipe Calderón “un replanteamiento estratégico e institucional” en la política exterior del país, que permita no sólo recuperar a México el liderazgo perdido durante nueve años de gobiernos del PAN, sino evitar que se reduzca a la relación bilateral con Estados Unidos y a las acciones conjuntas en contra del narcotráfico.

En la comparecencia de la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, legisladores de esos partidos cuestionaron la pasividad, inercia y frivolidad de la cancillería, así como “su pobre desempeño” en el conflicto de Honduras. La política exterior, señalaron, se supedita a las decisiones del gobierno en turno y no se sujeta a lo que establece la Constitución.

En respuesta, la funcionaria aseguró que “los principios de la política exterior son los que están consagrados en la Constitución, pero éstos per se no nos dan una dirección de hacia dónde deben enfocarse los esfuerzos de la política exterior, que radican en el interés nacional, en la búsqueda de condiciones de vida digna para todos, de un país donde podamos vivir en paz y desarrollar nuestras potencialidades plenamente”.

Durante casi seis horas, los legisladores de todos los partidos definieron como pobre el papel de México en el exterior y, en contraste, la panista Alejandra Reynoso, quien presentó la postura de su bancada, afirmó para sorpresa de la mayoría en el pleno camaral, que México es ya “un líder global y se encamina irrevocablemente a constituirse en potencia media”.

La visión de la mayoría fue otra. En tribuna, María Esther Scherman (PRI) dijo que cuando Felipe Calderón nombró como canciller a una integrante del servicio exterior se abrieron posibilidades de darle un curso distinto a la política internacional mexicana. “Hoy, después de escuchar su intervención y leer el informe, nos da la impresión de que la política exterior carece de sentido y visión estratégica”.

Sólo se administran los problemas y la agenda bilateral con Estados Unidos, cuestionó, “está sujeta al orden de prioridades de la contraparte y se regresa a los condicionamientos unilaterales de tiempo atrás”.

Scherman planteó que la secretaría debe construir un proyecto que replantee la conducción de la política exterior. “Es urgente. Ya no somos referentes para ninguna región. Es mentira si eso afirma”, dijo.

Indira Vizcaíno Silva (PRD) señaló que su grupo parlamentario considera urgente cambiar la estrategia de la política exterior, que refleja “un alejamiento de las prioridades constitucionales, por una que nos permita una inserción internacional que realmente beneficie al desarrollo nacional”.
Resaltó que el tercer Informe de Calderón confirma un proceso unirregional de la diplomacia mexicana, que se concentra en las relaciones con Estados Unidos y Canadá, “pero se aleja de la posibilidad de avanzar en aspectos de interés nacional, como una nueva concepción de los flujos laborales regionales o la cristalización de la reforma migratoria”.

Lamentó que en la crisis de Honduras, por el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya, el gobierno de Calderón “careció de visión y peso para erigirse como mediador eficaz”.

Al fijar la posición del PT, Ifigenia Martínez afirmó que la política exterior ha sido una clara extensión y fiel reflejo de la política interna. Además cuestionó que la elite política y económica de la administración federal se dedique sólo “a un proceso de integración y asimilación silenciosa” a Estados Unidos.

La recuperación de los principios internacionales de México, dijo, requiere de “un cambio de ejes… y transitar de la política exterior trastabillante que tenemos ahora, a otra que reclama el país bajo una clara visión estratégica”.

Porfirio Muñoz Ledo (PT) afirmó que la Secretaría de Relaciones Exteriores es una prestigiosa institución de Estado que ha sido puesta al servicio del gobierno, como ocurre, dijo, con las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina.

“La competencia de sus miembros no es la materia del debate, sino la supeditación de sus servicios a un diseño político opuesto a los principios constitucionales. Es hora, señora secretaria, de cambiar el rumbo. Sabemos que no depende de usted”, aseguró.

En las críticas sobre la posición asumida ante Honduras, el priísta Ernesto Pompa Corella dijo que no actuar contra el golpismo militar en esa nación “es avalar la vuelta al terror en países hermanos”, y lamentó que ante “la embestida del autoritarismo”, no se haya podido ejercer la histórica mediación de México, porque “ésta sufrió una lamentable metamorfosis”.

Por el Partido Verde, el sonorense Samuel Moreno Terán planteó que el gobierno de Calderón debe dejar de hacer de las embajadas “un espacio de la prebenda y el saldo de cuentas partidistas”.

Durante la serie de preguntas y respuestas, el petista Agustín Escobar le entregó a la canciller una mazorca, para expresar su rechazo a los cultivos transgénicos: “Le quiero recordar que este es el maíz criollo, al cual sí estamos dispuestos a fomentar”, concluyó.

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