domingo, 31 de enero de 2010

Ciudad Juárez 13 jóvenes futbolistas ejecutados valen centésima parte de un Cabañas-Federico Arreola-

Pocas noticias han recibido más difusión que el ataque, a balazos, en contra de Salvador Cabañas, goleador del América, equipo este último propiedad de Televisa.


El hecho lo merecía: Después de una derrota de su equipo, Cabañas, principal figura de la escuadra patrocinada por la televisora de Emilio Azcárraga Jean, decidió terminar su jornada de descanso en un antro para ricos en el que, por un pleito de borrachos, alguien sacó su pistola y disparó a la cabeza del gran jugador.


Los medios cumplieron con su trabajo al difundir la nota y los aficionados y los otros futbolistas profesionales se vieron generosos y solidarios al organizar todo tipo de actividades, incluso religiosas, con el propósito de enviarle energía positiva a Cabañas.


Este fin de semana, otros futbolistas —jóvenes, pobres, desconocidos— festejaban un campeonato en una vivienda de clase baja en Ciudad Juárez.


En eso estaban, felices en su fiesta cuando, nada más porque sí, unas 10 camionetas cerraron las calles alrededor de la casa. Después, los ocupantes de los vehículos, fuertemente armados, bajaron de los mismos, ingresaron al domicilio donde los muchachos futbolistas celebraban, dispararon, mataron a 13 jovencitos de entre 15 y 20 años de edad y, tan campantes, se retiraron.


Reforma fue el primer medio nacional en dar a conocer esa tragedia y después lo hicieron todos los otros. Pero, esto es lo particularmente doloroso, lo hicieron sin rabia, sin indignación, sin exigir castigo a nadie, sin muestras de solidaridad, sin oraciones, sin coberturas especiales.


Qué pena, 13 futbolistas pobres, anónimos, jóvenes marginados, no merecen ni la centésima parte de la atención que todos le hemos brindado al ídolo del América.


Nos estamos equivocando, sin duda.

Lo de Cabañas, por triste que sea, fue un pleito de cantina relacionado con la corrupción de autoridades delegacionales en el Distrito Federal. Es decir, un asunto menor en el actual contexto social. La masacre de Ciudad Juárez, en cambio, significa que México está realmente cerca de la guerra civil. Esto es, se trata de la posibilidad real de que nuestra nación se destruya.

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