Como si imitara la estrategia que hace seis años siguió Felipe Calderón, el senador Santiago Creel decidió jugar el rol del “candidato rebelde” dentro del PAN. Dos años antes y sin apoyos fuertes en la estructura partidista y de gobierno, Creel ha lanzado su precandidatura presidencial, igual que en 2004 lo hiciera Calderón, y empieza a moverse a contracorriente de la nomenklatura panista.
Hoy muchos dirán que Creel “no tiene nada que hacer”, como dijeron en su momento del actual Presidente, y que sin la venia de Los Pinos, las aspiraciones del senador “están muertas”; lo mismo se dijo tras aquel destape de Calderón en 2004 en Guadalajara, al más puro estilo priìsta, por Francisco Ramírez Acuña. ¿Pero qué posibilidades tiene Creel de repetir la hazaña calderonista en la sucesión?
El senador panista tiene ventajas, pero también claras desventajas para consolidar su candidatura en rebeldía. Su actual posicionamiento en las encuestas, a dos años de la elección —16% de intención del voto según la última encuesta de Consulta Mitowsky— lo colocan como el panista mejor posicionado rumbo al 2012, muy por encima del mejor ubicado del gabinete que es Fernando Gómez Mont.
Su experiencia en su fallida campaña presidencial puede ayudarle, aunque usarán ese rotundo fracaso en su contra. Ese es el principal pasivo que carga: si cuando tuvo todo el apoyo del presidente Fox y del aparato público —hasta de poderes fácticos como Televisa y TV Azteca— no pudo obtener la candidatura, ¿cómo piensa lograrlo ahora con todo en contra?
A diferencia de Calderón hace seis años, Creel es un precandidato con muchos enemigos y muy poderosos, aunque él busca de eso una virtud al presentarse como “el candidato que puede desmantelar el actual sistema”.
Y mientras Creel se encarta otros se descartan; Alonso Lujambio dijo ayer que no considera postularse como precandidato panista al 2012. Sus allegados afirman que el titular de Educación les ha reiterado en privado que no tiene interés en la sucesión.
Así que sin Lujambio, con un Gómez Mont que trae problemas de salud por su adelgazamiento quirúrgico, y un César Nava que se erige como abanderado del más rancio conservadurismo, al PAN no le quedan muchas opciones reales y competitivas para 2012; la caballada azul ya no se ve flaca, sino raquítica.
NOTAS INDISCRETAS… El PAN en Jalisco no perdía y cuando perdió quiere arrebatar. Ayer por primera vez en la historia de ese estado no pudo instalarse la nueva legislatura del Congreso por el berrinche de los panistas que no se resignan a perder la mayoría en el parlamento estatal. Los 17 diputados panistas son superados por la mayoría formada por 16 diputados del PRI y dos legisladores de Nueva Alianza, coligados a los priistas. El PAN trató de comprar a los diputados del Panal, ofreciéndoles la Secretaria General si no se aliaban con el PRI, pero al no lograrlo ayer saboteó la instalación el Congreso con el presidente de la Mesa Directiva saliente, el panista Carlos Rodríguez, cuya ausencia reventó la instalación. La tensión llegó a tal punto que la policía impidió el paso al recinto a los coordinadores parlamentarios del PRI, Roberto Marrufo, del PRD, Raúl Vargas, y del PVEM, Aubry de Castro, que entraron a empujones. La sesión tiene que reponerse por ley mañana y si los panistas no se resignan y permiten la instalación de la 60 Legislatura incurrirían en un “golpe técnico” al Congreso jalisiciense… Escalera mandan los dados. Buen inicio de semana.
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