Carlos Fernández-Vega
Las empresas de alimentos chatarra que operan en el país, trasnacionales la mayoría de ellas, no sólo tienen la virtud de fomentar la obesidad nacional (en especial la engorda discrecional de los niños mexicanos) y bombardear a la teleaudiencia con su propaganda a través de los medios electrónicos, sino que se dan el lujo de enflacar las arcas nacionales, mediante el usufructo de generosos “estímulos” (léase subsidios) fiscales otorgados por el gobierno federal, para, según dice, “promover la inversión” en investigación y desarrollo de tecnología (IDT) en esta República que ya ocupa el primer lugar mundial en lo que a obesos se refiere.
En efecto, desde 2001 el siempre generoso gobierno panista (con sus dos caretas, la de Fox y la de Calderón) otorga gruesos “estímulos” fiscales a la gran empresa privada –nacional y extranjera– que opera en el país, para que, financiada con los impuestos de los mexicanos, “invierta y gaste” en desarrollo tecnológico, cuyos resultados, beneficios y patentes –ninguno para la República– pasan a engrosar el inventario de activos de los consorcios “estimulados”.
Así, en nueve años (el presupuesto 2010 en este renglón aún no se conoce) del erario han salido alrededor de 18 mil 500 millones de pesos (que podrían elevarse a 23 mil millones al cierre del presente año) para “estimular” y “financiar” el desarrollo tecnológico de dichas empresas (desde automotrices hasta farmacéuticas, pasando por televisoras, telefónicas, químicas y demás), entre las que destacan productoras de alimentos chatarra, como Sabritas, Barcel (subsidiaria del Grupo Bimbo) y el propio monopolio del osito, propiedad de la siempre pía familia Servitje.
En el caso de Sabritas (empresa trasnacional con multimillonarias utilidades), en el último trienio el gobierno panista federal le otorgó “estímulos” fiscales por un monto no menor a 116 millones de pesos, destinados (versión oficial) a promover el “gasto” y la “inversión” en investigación y desarrollo de tecnología. Barcel (del Grupo Bimbo y, de igual forma, con creciente cuan voluminosas ganancias) obtuvo alrededor de 25 millones para el mismo fin, mientras que la panadera del osito arrasó con un tanto similar, todo ello para IDT.
En 2001, al de la lengua larga y las ideas cortas (léase Vicente Fox) se le ocurrió la brillante idea de “estimular” fiscalmente a las grandes empresas privadas, con el fin de promover la investigación y el desarrollo tecnológico, al tiempo que recortaba recursos públicos a los presupuestos de organismos públicos como el Instituto Mexicano del Petróleo (el brazo tecnológico de Pemex) y a las becas del Conacyt. Felipe Calderón no sólo mantuvo el subsidio, sino que incrementó el monto. Así, en 2009 para tal fin se destinaron 4 mil 500 millones de pesos, 4 mil millones en 2008 y 4 mil 500 millones en 2007. Para ello se autorizó la creación de “Comité Interinstitucional”, encabezado por Conacyt y con la participación de las Secretarías de Hacienda, Economía y Educación Pública (recuérdese el convenio que Josefina Vázquez Mota firmó con Coca-Cola)
Mientras la Secretaría de Salud advierte sobre el peligroso avance y consecuencias de la obesidad en el país, en Los Pinos se autorizan los generosos subsidios fiscales a las grandes empresas privadas, y de ese jugoso pastel, una apetitosa rebanada se destina a las empresas productoras de alimentos chatarra, en un encontronazo de políticas públicas (por llamarle de alguna maneras) que sólo afecta, por las dos vías, a los mexicanos: gordos por un lado, desfalcados por el otro.
Con el pretexto de la investigación y el desarrollo tecnológico, ¿a qué destina recursos fiscales el gobierno federal? Va algunos ejemplos, de acuerdo con la documentación oficial (Conacyt) respectiva:
Barcel, “estímulo fiscal. Objetivo y alcance: instalación de un sistema de generación de aire para la sección en la que se realiza el escurrimiento de la tostada en el total de las líneas de producción, reduciendo el consumo de aire comprimido, y a su vez reduciendo gastos de generación, mantenimiento y refacciones en los compresores. Resultados y beneficios del proyecto: reducción de gastos en energía eléctrica necesaria para la generación de aire comprimido en las áreas de escurrimiento de tostadas, y una generación menor de aire caliente resultante del enfriamiento del aire comprimido en las unidades compresoras. Estímulo fiscal solicitado 200 mil 637.65 pesos… Nombre del Proyecto: diseño, desarrollo e implementación de una línea para elaborar dulce de leche tipo macarrón. Estímulo fiscal 104 mil 465.13 pesos”.
Bimbo (se respeta sintaxis): “Objetivo y alcance: desarrollo de un sistema de levantado automático de producto obteniendo directamente de la línea las bolsas con producto para ser colocadas de manera automática dentro de las tinas o charolas proporcionadas a su vez por un otro sistema automático logrando así una reducción significativa de gastos operativos y asegurando mejor calidad. Lograr la automatización total del último proceso de la línea de producción de tal forma que evitemos la manipulación excesiva de producto y mejorando la productividad de la línea y la calidad del producto. Resultados y beneficios del proyecto: el sistema disminuye la manipulación del producto, permite entregar al cliente un producto con mejor imagen y estética, reducción de costo laboral. Aumento en la productividad de la línea por más de 120 mil dólares debido a la reducción de cuadro básico. Estímulo fiscal: un millón 70 mil 316.48 pesos”.
Sabritas: “Descripción del proyecto: la plataforma de maíz representa para la empresa una de las más importantes en ventas. El proyecto incluye varias iniciativas de investigación y desarrollo tecnológico Algunas de las iniciativas son: desarrollar una nueva tecnología de saborización y generar y desarrollar nuevas botanas de maíz más saludables e innovadoras. Beneficios: incrementar el portafolio de productos innovadores, incremento en ventas y participación de mercado. Patentes: Se mantienen como secreto industrial. Estimulo Fiscal: 8 millones 763 mil 71 pesos… Proyecto: mejorar la resistencia de la papas fritas; investigación de nuevos sabores y sistemas de saborización; desarrollo de nuevos conceptos en la plataforma de papa; sistema de lavado de materia prima a la entrada de proceso. Resultados y beneficios: ampliar el portafolio de productos; incrementar las ventas de productos de papa y participación de mercado; generación de secretos industriales. Estímulo fiscal: 7 millones 728 mil 191 pesos”.
Las rebanadas del pastel
Para eso se utilizan los impuestos en esta República de gordos, mientras los “estímulos” sólo benefician a las empresas chatarreras y a sus bolsillos, de por sí gruesos. Feliz fin de semana botanero.
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