Enrique Galván Ochoa
Afinales de julio de 2005 ocurrió un enfrentamiento con bazookas en las cercanías del consulado de Estados Unidos en Nuevo Laredo. Después de consultar con Washington, el entonces embajador, Tony Garza, decretó el cierre de la representación diplomática. La violencia se había salido de control. Para la gente de la frontera representa un problema muy serio el cierre de un consulado, porque se detienen los trámites de la expedición de visas para cruzar al lado americano y otros que tienen que ver con el intenso tráfico comercial. Vicente Fox encargó al secretario de Gobernación, Carlos Abascal, y al canciller Luis E. Derbez, negociar con el embajador Garza la reapertura. Tuvo lugar 10 días después, fue lastimoso el papel que hicieron los funcionarios mexicanos suplicando al señor Garza que reabriera lo antes posible. Algo más debió ser negociado, pero fuera de los canales oficiales, que siguió un periodo en que las bazookas callaron. Sin embargo, en semanas recientes la violencia estalló a pocos kilómetros de ahí, en Reynosa, la ciudad fronteriza con McAllen, Texas. El embajador Carlos Pascual, sustituto de Garza, decretó el cierre del consulado ayer. Al menos deberá permanecer inactivo una semana. Un día antes, en Washington, la secretaria de seguridad interior, Janet Napolitano, había dicho ante un comité senatorial que en Ciudad Juárez –la quinta en importancia de la República, sólo después del Distrito Federal, Guadalajara, Monterrey y Tijuana– no existe el estado de derecho. Las dos visitas recientes del presidente Calderón no han tenido todavía un efecto tangible, tampoco la acción de los tres representantes que dejó como encargados de restablecer el orden. Sigue corriendo la sangre. Por otro lado, en Nogales, Arizona, sobre la línea divisoria con Sonora, según el diario Los Ángeles Times, fuerzas de la Border Patrol (Patrulla Fronteriza) y agentes federales mexicanos son entrenados para lanzar juntos una ofensiva contra el tráfico de drogas, armas, polleros y dinero sucio. Actuarán coordinadamente del lado del territorio nacional, dice.
Se va el dinero
Pensemos con la cabeza fría: ¿en un ambiente así que, además, también se advierte con distinta intensidad en Guerrero, Veracruz, Michoacán, Sinaloa, Sonora, Durango, Baja California, Morelos y en las goteras del Distrito Federal, es posible la recuperación económica? Los medios internacionales se han encargado de informar al mundo la situación que prevalece en México. Si usted tuviera un capital importante ¿lo arriesgaría aquí? Muchos piensan como usted. En 2009, el año del catarrito y los millares de muertos y decapitados, la inversión extranjera se desplomó a la mitad. De 23 mil y pico de millones de dólares bajó a 11 mil y pico. En una festinada reunión que tuvo lugar en Los Pinos el 29 de mayo del año anterior, el presidente del consejo ejecutivo de Empresas Globales, Julio de Quesada, en nombre de las principales compañías trasnacionales que operan en nuestro país, anunció que invertirían 6 mil 300 millones a lo largo del año. No ha informado el señor Quesada si cumplieron el compromiso. Si no pudieron, nadie los culparía.
Los inversionistas
Entonces ¿quiénes son los grandes inversionistas? ¡Los trabajadores! Y muchos ni siquiera lo saben, porque no les piden su opinión. Tal vez preferirían tener su dinero en Suiza o en las Islas Caimán, como los grandes millonarios. Son patriotas involuntarios. Los fondos que manejan las afores suman más de un millón de millones de pesos y están invertidos en Cetes y otros papeles gubernamentales, incluso en bonos del rescate bancario –no obstante que millares de empleados perdieron sus viviendas en la crisis de 1995. Los supuestos representantes obreros ante el consejo que gobierna el Sistema de Ahorro para el Retiro son líderes charros que sólo levantan la mano para aprobar lo que les ponen enfrente, y cobran con la otra. Acaban de autorizar que se inviertan 200 millones de dólares en empresas privadas a través de un fondo llamado Nexxus Capital. A ver cómo les va.
@Vox Populi
Asunto: otra vez Tu Casa Express
En 1998 establecí un contrato con Tu Casa Express para la adquisición de un crédito inmobiliario. A inicios del año siguiente, por puntuación, adquirí el crédito por 200 mil pesos. Compré un terreno en Barrio 18, Xochimilco, firmando las escrituras en Tu Casa Express. Sin embargo, luego descubrí que el terreno se encuentra en litigio de orden civil. Por consiguiente, rechazo las palabras –aparecidas en tu sección– del director de la empresa, Modesto Gutiérrez L., cuando afirma que las puertas de esa empresa “…siempre han estado abiertas para cualquier persona, y en especial todos nuestros clientes, para dar la orientación y el apoyo necesario para obtener un financiamiento para la compra, construcción, ampliación o remodelación de un bien inmueble”. No es mi experiencia con ellos.
Lic. José Ignacio Sánchez A.
R: Esta sección es un molino de viento: sus aspas están abiertas a todos los vientos.
Asunto: ¿cuento de Hadas?
Hace unos días se inició un tema muy ruidoso: afirman que los jubilados del Issste tenemos derecho a la devolución de un dinero del ISR de parte de la Secretaría de Hacienda. Muchos de nosotros ya iniciamos el trámite por conducto de Bansefi y nos dijeron que esperemos unos meses para conocer la respuesta. ¿Qué tan real es este mitote? No contamos con ningún documento oficial al respecto; según esto, es dinero que nos descontaron indebidamente cuando estuvimos en activo.
Profesor Marcial Medina Dueñas/ Distrito Federal
R: Suena muy bonito para ser verdad. Sobre todo porque se trataría de la devolución de un impuesto retenido a lo largo de sus muchos años de servicio. El tema le interesa a los seguidores de esta sección. ¿Podría conseguir más datos en Bansefi y hacérmelos llegar?
(Los textos completos aparecen en el foro)
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