Las de 2010 no son las únicas elecciones cruciales para el intento del PAN y el PRD-chucho por impedir que el PRI regrese al poder.
Si bien derrotar al PRI en Oaxaca y Veracruz constituiría golpes letales en contra del otrora partidazo aplanadora, la estocada final es el Estado de México.
De concretarse una derrota del PRI en el EdoMex, politicamente se interpretaría como un fuerte rechazo a Enrique Peña Nieto, a quien Televisa y Carlos Salinas de Gortari tienen como favorito para 2012.
Y es que si el partido político de Peña Nieto es rechazado por el electorado en el estado en donde gobierna—y que tiene al electorado más numeroso del país, además—simplemente es un golpe que bien le podría costar la candidatura presidencial por inservible.
¿Cómo podrá explicar Televisa que el político al que tantas horas aire le ha invertido—a pesar de que el COFIPE prohibie la promoción de imagen de los políticos en televisión—tenga como resultado al final de su sexenio el perder la gobernatura?
No se ha definido si habrá una alianza PAN-PRD (o más bien PAN-chuchos) en el EdoMex, pero por lo pronto ya dejaron entrever los primeros acercamientos.
Esto ocurre a nivel del congreso estatal del Estado de México, donde planean “acciones conjuntas legislativas” y al cual admiten como primer acercamiento entre ambos partidos para las elecciones de 2011.
Salieron, claro con el eufemismo de que “se tienen que tener objetivos comunes” y que “hay que tener alternancia” y las arañas. Pero no nos hagamos tarugos. A menos de que se de un arreglo muy fuerte entre el PRI y el PAN este año, PAN y PRD irán en alianza contra el PRI en el EdoMex en 2011.
Si logran ganarle en alianza al PRI en el EdoMex, Peña Nieto se puede olvidar de la presidencia. Vaya, no nos extrañe que ni boda tenga.
O bien, que la boda de Peña Nieto se de antes de las elecciones del EdoMex para intentar lograr con eso que la gente vote por el PRI.
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