Enrique Galván Ochoa
Según la más reciente percepción presidencial, el desempleo en México bajó a 4.8%. Había subido la tasa recientemente a más de 6%. En cambio, en Estados Unidos, a pesar de que hay signos claros de recuperación económica, se mantiene sobre 10%. Es un misterio. Si allá enfrentan el doble del problema, ¿por qué nuestros paisanos insisten en brincarse la línea, arriesgando hasta la vida con tal de sobrevivir? ¿Por qué no vemos a americanos escalando la reja de metal de varios metros de altura y lanzarse hacia acá –con peligro de romperse las piernas– con tal de alcanzar el sueño mexicano? Tal vez para evitar equivocadas interpretaciones de las realidades de ambos países, el gobierno de Estados Unidos corrige cifras en el Factbook, cuya elaboración tiene a su cargo la Agencia Central de Inteligencia (CIA), introduciendo una nota sugestiva. Dice que la población en edad de trabajar en México es de 47 millones de personas, el desempleo de 5.6%, y agrega: “El subempleo puede ser tan alto como 25%”. Sumando empleo y subempleo, la tasa real de desempleo llegaría a 30.6%. Casi 15 millones de personas y no 2 y fracción. México está en el lugar 177 de los 200 que abarca el Factbook, es uno de los países con mayor desempleo del planeta.
https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/mx.html
El sheriff duro
Percepciones sin base en la realidad han llevado al presidente Calderón a tener que ofrecer disculpas si le pega un machucón a alguien, como a las familias de los jóvenes de Ciudad Juárez que confundió con delincuentes o a la familia del funcionario aduanal de Veracruz al que expidió acta de defunción anticipada. Sólo que hay situaciones que no admiten disculpas. En Phoenix, Arizona, hay un sheriff que responde al nombre de Joe Arpaio. Ha sido relecto varias veces. Su oferta de campaña es simple: combatir la inmigración y el tráfico de ilegales. Tomaron su bandera en el Congreso local, la convirtieron en ley, y la gobernadora acaba de promulgarla. El tal Arpaio y los demás sheriffes de Arizona han recibido facultades para detener a cualquier persona que tenga tipo de migrante –prietito, chaparrito, pelo oscuro, bigotito– y llevarlo a la cárcel si no tiene documentos migratorios en regla. Esa legislación era lo que hacía falta al sheriff más duro de Estados Unidos –es la fama que tiene Arpaio– y sus colegas para desatar la persecución y el terror.
Los ahorros
¿Por qué Arpaio ha sido relecto una y otra vez? Es el creador de la tent city jail, cárcel cuyas celdas son casas de campaña hechas de lona. Ya no fue necesario levantar otro costoso edificio, le ahorró muchos millones de dólares a los contribuyentes. Obviamente no tienen aire acondicionado, en primavera y verano la temperatura sube a más de 40 grados centígrados. En esa temporada el sheriff permite a los reos que se quiten los pantalones. Les cobra la comida a los presos y los emplea para barrer las calles de la ciudad: otro ahorro. Para que no escapen tienen que hacer el trabajo con cadenas en los tobillos.
Ya es tiempo
Ese es el destino que espera a nuestros paisanos que según la nueva ley sean detenidos sin documentos. El presidente Obama ha expresado una crítica basada en el terreno de la violación de los derechos humanos. Numerosas organizaciones manifiestan en las calles su oposición, más todavía ante la posibilidad de que otros estados secunden a Arizona. Si el presidente Calderón manipula las cifras del empleo y afirma que está creciendo la ocupación, da armas a quienes desde el otro lado dicen que ya es tiempo de que México resuelva por sí solo el problema de su gente sin trabajo. En eso tienen razón. Si no ayuda, que no perjudique –al menos– a nuestros paisanos.
@Vox Populi
Asunto: ingenuos, espiritistas y médiums
Todos los días lo leo con gusto en el periódico La Jornada y lo escucho en el noticiero radial De Una a Tres. El jueves usted comentó que Felipe Calderón era adivino, además de otros temas muy atinados; creo que dolieron mucho, ya que en la primera repetición, que es de tres a cinco –es cuando voy por mi señora madre y le encanta oírlo también–, entró montada otra presentación, lo cual no dejó entender lo dicho por usted. ¿Fue un error en cabina? Esperemos que así sea.
Antonio Quezada/DF
Enrique: no oí la primera edición del noticiero de Jacobo Zabludovsky, pero en la primera repetición, en tu intervención, escuché que estabas trazando un paralelismo entre don Francisco I. Madero, adepto al espiritismo, con la conducta de Felipe Calderón, de dar información anticipada sin comprobar. Aunque en el fondo seguía escuchándose tu voz, la 69 metió un comercial que no permitió oír completa tu intervención. No hay censura, pero hay otras técnicas para proteger al Presidente de comentarios incómodos. ¡Viva la libertad de expresión!
Humberto Venegas Esnaurrizar/DF
R: Estimados Antonio y Humberto. La primera edición salió limpia, la otra no la escuché. Creo que me pasé de ingenuo. Pensé que si Calderón invitó a Joaquín Sabina a comer a Los Pinos después de que lo llamó ingenuo, a mí también me invitaría. (Al fin y al cabo los convites corren por cuenta de todos nosotros, los contribuyentes.) Lo que dije fue que si Madero recibía mensajes del más allá, a través de un hermano fallecido que le servía de médium, ¿por qué no suponer que, cien años después, tenemos otro presidente que también tiene su médium? Y si le está fallando el médium que consiga uno entero, por ahí anda disponible don Rubén Aguilar, el que nos decía lo que Chente quiso decir. No he sido invitado todavía.
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