Carlos Fernández-Vega
Más allá del ignominioso objetivo que persigue la ley SB 1070, Felipe Calderón deberá enviar un enorme ramo de flores y una caja de bombones a la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, como señal de agradecimiento por haberle servido en bandeja de plata un pretexto, tan desesperadamente por él deseado, para, con la rapidez del rayo, desviar la atención de la opinión pública nacional sobre la caótica situación imperante en México.
A raíz de la promulgación de dicha ley, el inquilino de Los Pinos corrió una gruesa cortina de humo, se disfrazó de niño héroe y, como si fuera algo muy creativo y novedoso, puso en escena la misma comedia de sus cuatro antecesores, cuando obvio es que el origen y la causa de la masiva expulsión de mano de obra hacia el vecino del norte (sin demeritar el racismo y acoso de los gringos) es el sistema de apartheid económico que priva en México y el creciente cuan devastador costo social del modelo neoliberal defendido a capa y espada por los últimos cinco gobiernos, incluido el actual, el mismo que, dicho sea de paso, ni siquiera atiende las demandas de los ex braceros.
Mientras la técnica masiosare es explotada a plenitud por los propagandistas de Los Pinos y, de nueva cuenta, muchos caen en el garlito, va un veloz recuento de la voluminosa colección de discursos presidenciales “en defensa de los derechos humanos de los mexicanos en Estados Unidos”, acumulada en tres décadas de feroz neoliberalismo.
Miguel de la Madrid: “ante la eventual aplicación de nuevas disposiciones migratorias en Estados Unidos, el gobierno de la República reitera su solidaridad con los mexicanos que se encuentran en dicho país. Demandamos el respeto de sus derechos humanos y laborales. En mis dos encuentros con el presidente de Estados Unidos destacó el tema de los movimientos migratorios y el respeto a los derechos individuales. Nuestra posición es invariable: exigimos respecto, trato justo y cumplimiento de la ley. Utilizaremos todos los instrumentos a nuestro alcance para que nuestros compatriotas que se encuentran allá gocen de las garantías y prerrogativas que como personas merecen. Mantenemos una permanente comunicación con las autoridades de ese país vecino, con objeto de que se garanticen los derechos de nuestros compatriotas”.
Carlos Salinas de Gortari: “buscamos nuevos mecanismos para defender los derechos humanos y laborales de los trabajadores migratorios. A través de los trabajos de la Comisión Binacional hemos avanzado en la solución de los problemas migratorios. No cejaremos en la protección de los connacionales cuando trabajen en otras naciones. México tiene en operación un amplio sistema de protección legal de los derechos humanos y laborales de nuestros connacionales que emigran en busca de oportunidades de empleo. En la función consular México dispone de un importante instrumento para proteger los intereses de los nacionales en el extranjero. México ratifica su rechazo a la campaña xenofóbica y seguirá, en los hechos, defendiendo los derechos laborales y humanos de nuestros trabajadores migratorios”.
Ernesto Zedillo: “el gobierno mexicano siempre reclamará respeto a los derechos de nuestros connacionales en el exterior. Por primera vez contamos con un grupo de alto nivel que ha profundizado en el conocimiento y en el manejo de los diversos aspectos de este complejo fenómeno. No es cierto que quienes emigran son los seres marginales de nuestra sociedad o de nuestro mercado laboral; quienes emigran son personas emprendedoras. Lo que nos ofende a los mexicanos, lo que realmente nos agravia a todos es la violación de los derechos humanos y laborales que sufren nuestros connacionales en Estados Unidos. Los derechos humanos deben valer en cualquier parte del mundo, con independencia de la calidad migratoria y, por eso, por todos los canales diplomáticos, el gobierno de México ha actuado siempre para alzar su voz y no solamente protestar por esas violaciones de los derechos humanos, sino procurar la remediación de esas violaciones. No podemos confundir la diplomacia con el machismo”.
Vicente Fox: “ante el compromiso irrevocable con los mexicanos que habitan fuera del país, hemos planteado al gobierno de Estados Unidos un acuerdo migratorio para legalizar la estancia de los mexicanos que hoy radican en ese país sin la documentación legal. Promovemos y defendemos con congruencia y firmeza los intereses de México y los derechos de las y los mexicanos en el extranjero. Así como defendemos sus intereses y derechos en México, también lo hacemos frente a las autoridades de los países en donde viven. Continuaremos insistiendo ante el gobierno de Estados Unidos en la necesidad de negociar y concluir un acuerdo migratorio de carácter integral. Nuestros paisanos saben que cuentan con el gobierno de México para defender sus derechos y su dignidad”.
Y el novedoso Felipe Calderón: “el gobierno federal protege a los migrantes; vela porque se respeten sus derechos humanos, laborales y sociales. Se mantiene un diálogo respetuoso y permanente con Estados Unidos. He dicho que México no termina en su frontera, que donde quiera que haya un mexicano, ahí está México, por eso la acción del gobierno en favor de nuestros paisanos migrantes se guía por principios, por la defensa y protección de sus derechos, por la prevención para detectar medidas que puedan afectar a nuestra gente. El gobierno de México seguirá insistiendo firmemente en la necesidad de una reforma migratoria integral y en el rechazo categórico a la construcción de un muro en nuestra frontera común”.
En síntesis, 30 años de discursos, cuando sólo les interesan las remesas y el voto, porque la violación de los derechos humanos de la paisanada es cosa de todos los días.
Las rebanadas del pastel
Desde la capital de Arizona llega lo siguiente: “con respecto al México SA del 27 de abril de 2010, en la que se destaca la mención ‘Consulado de Phoenix: nido vacío’, informo a usted que desde el pasado domingo 25 de abril el ministro Víctor Manuel Treviño Escudero se encuentra en Phoenix fungiendo como cónsul general de México. Durante el trascurso de los seis meses que se indica en la columna, este Consulado General de México estuvo a cargo del consejero Alfonso Navarro Bernachi, miembro del Servicio Exterior Mexicano. Atentamente: Socorro Córdova, agregada de Prensa”. Servida, aunque esta versión no corresponde a la ofrecida por el personal de esa representación, consultado directamente por este tecleador, pero en fin, que sea para bien
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