viernes, 30 de abril de 2010

El engaño ---Javier Solórzano


Cuando hace dos semanas nos llamó el senador Carlos Sotelo, cerca ya de llegar al Senado para conducir el debate que sostendría con el diputado Javier Corral, supusimos que no habría tal. Era público que ese mismo día en la mañana se habían reunido los líderes en el Senado de PAN y PRD, por lo que un acuerdo era posible y casi que urgente. Después del áspero, duro e intenso encuentro que habían protagonizado días antes en Radio 13, era obvio que en este segundo debate además de que iban dispuestos a todo, una nueva actitud belicosa traería inevitablemente consecuencias, tanto para PAN y como para PRD. En medio de las singulares alianzas esto sería una mala señal.

Seguramente eso pensaron particularmente Carlos Navarrete del PRD y Gustavo Madero del PAN. El ambiente previo al anuncio del no debate resultó festivo. Parecía que por fin se había llegado a un acuerdo que permitiría tener un frente amplio para impulsar reformas de gran calado en materia de radio, televisión y telecomunicaciones. La euforia se contagió. Después de que se hizo el anuncio el acto fue rubricado por un largo aplauso de los presentes, entre los que estaban aquellos y aquellas que a lo largo de su vida han dedicado años a la investigación, discusión y lucha por reformas a los medios.

Sin embargo, dos semanas después está de nuevo claro que nos engañaron. Usaron algo que llamaron “acuerdo” para evitar un debate que podría haber obligado al gobierno y a los legisladores a tomar posiciones y decisiones. De nuevo fue lo mismo. Dijeron que sí, luego echaron a andar el ya clásico hay muchas dificultades, para terminar con el otro clásico “no hay condiciones”; fue un engaño. No querían ni quieren.

El asunto obviamente no empieza ni termina en el Congreso. El gobierno se movió como acostumbra en dos pistas. Una la que es y la otra con la que juega. Por una parte el secretario de Gobernación le pintó a inicio de esta semana el peor de los mundos a un grupo de concesionarios, quienes estuvieron presentes se enteraron en ese momento que desde el gobierno y el PAN no apoyarían nada que permitiera una reforma integral. Por otro lado, el ostentoso discurso fue “estamos dispuestos”, “escucharemos a todos”, “es urgente”, más todo lo que ya se sabe.

El presidente del PAN, en su faceta de especialista de medios, junto con Juan Bueno Torio, inopinadamente se adelantaron y mataron cualquier posibilidad. Como bien dijo el senador Ricardo García Cervantes: “ahora resulta que ya es especialista”. Las declaraciones del hombre de Calderón vinieron a darle al traste a la presunta voluntad en la reforma del líder del PAN en el senado Gustavo Madero. En el PRD todo el tiempo hablaron de voluntad, pero se la pasaron enfrentados entre “chuchos”, no “chuchos” y demás.

El que no salió raspado fue el PRI. Se la paso nadando de pechito y cerca de sus históricos intereses con los concesionarios y se dedicaron a dejar pasar el asunto para que la factura se cobrara en otra ventanilla. De nuevo engañados, de nuevo frustrados, de nuevo la ausencia de valor, de nuevo a un lado la reforma política. Si fuera fútbol se aplicaría aquello de “jugamos como nunca y perdimos como siempre”.


¡OUUUCHCHCH! El precio de barril de petróleo se cotizó en el presupuesto a 57 dólares. Hoy está en el mercado a 75.06. Como diría la canción “y ahora que sobra el dinero dónde estas

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