La ley electoral en México prohibe que se den a conocer encuestas electorales unos días antes de las elecciones porque las autoridades saben que las encuestas, cuchareadas o no, pueden influenciar a la gente para definir su voto o inclusive para ir o no a votar.
Lo mismo con las encuestas de salida: no se pueden dar a conocer antes del cierre de las casillas porque pueden inhibir la participación ciudadana en la elección si se les da a entender que la elección ya está resuelta.
Las encuestas, por lo tanto, pueden ser armas electorales.
Para que una encuesta funcione como arma, su veracidad es irrelevante. Lo que cuenta es que convenza al electorado de que la mayoría va a votar por X o Y. Esto ayuda a generar una percepción en la opinión pública que puede inhibir el voto en su contra, o de plano justificar un fraude electoral si de todos modos el voto no le favorece—como hizo Felipe Calderón en 2006.
Ulises Beltrán, por ejemplo, admitió en 2006 que sí cuchareó una encuesta donde AMLO iba ganando para que pareciera que había empate con Felipe Calderón. Beltrán dijo con todo cinismo que él sí quería que ganara Calderón.
El 13 de abril pasado, el candidato del PAN a la gobernatura de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, denunció en el programa de Ciro Gómez Leyva en Milenio TV, que los encuestadores de Milenio, Federico Berrueto y Liébano Sáenz, son parte del equipo de campaña del candidato del PRI, Javier Duarte—cosa que Ciro admitió.
Denunció además, con documentos notarizados, que Berrueto y Sáenz trabajaron para el PRI junto con JJ Rendón, un especialista en guerra sucia, con quien tuvieron una reunión y le dijeron que una “encuesta puede realizarse casa por casa, tan grande como JJ quiera, y con los resultados que le pidan.”
Viéndose exhibidos sus encuestadores, Ciro se quejó de que Yunes descalifica a la encuesta por los encuestadores y que ya se verá si los resultados de sus encuestas son o no los de las elecciones.
Lo que Ciro no dijo es que el objetivo de hacer encuestas “con los resultados que le pidan” no son para saber el resultado de la elección, sino para que la gente crea lo que el que hizo la encuesta quiere que crea.
PD: ¿Cuántos encuestadores estarán haciendo lo mismo que Sáenz y Berrueto para favorecer, digamos, a Peña Nieto?
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PD2: Me dio risa la excusa de Ciro para justificar a Berrueto y Sáenz: “no se vale descalificar porque trabajan para el gobierno”. En otras palabras, “¿Cómo se atreven a dudar de una encuesta electoral que dice que el PRI va ganando si la hizo el encuestador del PRI?” Me recordó a un cartón del monero Curry, de Tijuana, de allá de 1985 u 86, en la que pone a un priista con una urna en la mano diciéndole al pueblo: “ya conté todos los votos ¿y qué crees? ¡gané!” A lo cual el pueblo dice “deduzco que me quieren hacer pen…”
2 comentarios:
shame por Cirito que deveras lo quiero
Yo fui su fan desde antes del cambio del canal 40 y luego del cambio de los conductores de izquierda a derecha comprados por la oligarquia. que sentiran, cambiar grandes principios por $$$$
saludos fraternos y solidarios!!
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