El pasado 13 de abril la cámara de diputados aprobó una supuesta ley anti-obesidad infantil que todos los medios cacarearon como la prohibición en las escuelas de la comida chatarra.
Dos día después Alejandro Calvillo, de la asociación Poder del Consumidor, reveló que se trataba de un engaño del PRI, ya que la ley en cuestión no prohibe explicitamente la venta de comida chatarra en las escuelas.
El artículo 65 de la ley dice textual:
“En materia de higiene escolar corresponde a las autoridades sanitarias establecer las normas oficiales para proteger la salud de los alumnos y la comunidad escolar, procurando que los alimentos que se vendan en las cooperativas tengan un mayor aporte nutrimental, evitando los alimentos procesados altos en grasas y azúcares simples”.
Pero Calvillo denunció, con toda razón, que esto es un engaño porque, para empezar, la alimentación no es un problema de higiene, y al decir que las autoridades establecerán normas oficiales “procurando” que eviten la comida chatarra no es una prohibición explícita, sino una mera recomendación que puede ser interpretada de varias formas.
Tiene razón. Dice el diccionario de la Real Academia de la lengua española:
PROCURAR: 1. tr. Hacer diligencias o esfuerzos para que suceda lo que se expresa. 2. tr. Conseguir o adquirir algo. 3. tr. Ejercer el oficio de procurador.
¿Qué es lo que la ley establece entonces? ¿Que se haga el esfuerzo para que algo suceda (o sea que igual no sucede) o que se consiga?
Para Calvillo esta ley es otro intento más del PRI por favorecer a las grandes empresas, como ocurrió con la ley de telecomunicaciones y señaló como responsable a la diputada priista Cristina Díaz.
Lo más inexplicable es que los aliados del PRI, el PVEM, dicen que la obesidad representa un problema de salud muy serio para todos lo mexicanos. ¿Entonces por qué hizo el PRI una ley ambigua que no prohibe explicitamente la comida chatarra?
Peor: si el PRI le hizo este daño a la niñez mexicana con tal de favorecer a los intereses de las grandes empresas, usando lenguaje mañoso ¿qué nos hace pensar que al PRI le interesa el bienestar de los mexicanos si nisiquiera les importó la salud de los niños?
¿Realmente quiere usted en el poder a un partido que le hizo esto a sus hijos?
Por eso mejor AMLO 2012.
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PD: Se tiene que decir que TODOS los diputados fueron lo suficientemente ingénuos como para no darse cuenta del engaño del PRI en el texto de la ley. Le convendría a los diputados, especialmente a los pejistas, leer lo que votan antes de votarlo. Ahora le corresponde a la izquierda en el Senado señalar el engaño del PRI y exigir que se cambie el texto para que explicitamente se prohiba la comida chatarra en las escuelas.
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